Ir al contenido principal
Cataluña entierra su referéndum de independencia: Independentistas civilizados…
Un prolongado suspiro para España y el presidente de su gobierno, Mariano
Rajoy: a raíz de la suspensión del Tribunal constitucional de Madrid, el
presidente del gobierno regional catalán, Artur Mas confirma que el proceso de autodeterminación
no se desarrollará como estaba previsto.
España tiene suerte de no tener a Argelia como vecina.
De hecho a derecho… de facto a símbolo: el 9 de noviembre (9-N) habrán
urnas, mas de 20 000 voluntarios y boletines de voto para que los catalanes
pudieran pronunciarse sobre el presente y el futuro de Cataluña. Pero esto se
desarrollara en el marco de un “proceso participativo” y no, como lo quería el
decreto suspendido por la Corte
constitucional, en acuerdo con Madrid: una manera como cualquier otra de
proponer una alternativa y de esquivar, así, esta suspensión para no obrar en
la ilegalidad.
“Cataluña, escribe hoy en un análisis titulado “hasta luego, consulta” al
respecto, desea la consulta (y la ha presentado como remedio a todos los
males), pero no desea romper con la legalidad democrática”.
Casi todos, siempre hay la excepción que confirma la regla, quieren obrar
en la legalidad y respetar la legalidad democrática.
Y es que la Generalitat no es otra
“cosa” y su presidente, Artur Mas, no es vitalicio... como “otro”. Además y es
lo esencial, obra conforme a la legalidad existente y en respeto a la constitución
del país que, en materia de soberanía, no permite iniciativas regionalistas unilaterales
y no teledirigido por los servicios de inteligencia militares de Argelia.
Legalidad democrática: El presidente (no vitalicio) de la Generalitat ha dejado
la puerta abierta a la celebración de elecciones plebiscitarias, durante el 9-N
que servirían a reconfirmar el resultado del “proceso participativo”.
Comentarios
Publicar un comentario