Nuestros lectores opinan la prensa y la escala de valores Pablo Martínez Aguado Perpiñán (Francia)


Opinión

 Buenos dias. Soy Pablo Martinez Aguado, un franco-español, nacido en Tànger y a quien interesa todo sobre “mi” pais: Marruecos.

Hace unos días leí en infomarruecos.ma un artículo del director general de la Agencia nacional de prensa marroquí en el que, entre otras cosas decía: “la Covid-19 ha puesto de manifiesto la debilidad de la formación profesional y ética para los periodistas … El zumbido está destruyendo la profesión en su conjunto»

Nada es más cierto. Pero es más y más acusador: “Las palabras claves son: minuciosidad y profesionalismo, con periodistas capacitados, competentes y moralmente impecables”.

¡Eureka!

Me interesé al tema porque, por un lado, antes de jubilarme era profesor de periodismo publicidad en mi país (España) y porque me duele la degradante situación de cierta prensa en España y, creo, en el mundo.

En España, por ejemplo, lo que el DG de la Agencia marroquí de prensa llama “la triple presión de escasez de lectores, la caída estructural en la facturación publicitaria y el aumento en el precio del papel en bruto. Debemos gestionar esta transición marcada por la caída de los ingresos y el aumento de los gastos” ha generado una grave violación de los principios éticos de la prensa como, por ejemplo, el prescindir de periodistas (por su costo) y limitarse a los que no lo son (menos costosos o, a menudo no costosos). De donde el carácter variopinto, pero eminentemente superficial e incluso “chapucero” de la información. De tal modo que no se sorprendan si, en vez de abordar los acuciantes y gravísimos problemas de toda índole de su país: España, cierta prensa prefiera los trapos sucios de los demás.

El periodismo en su más innoble forma.

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