Argelia y su Polisario II- Cortina de humo


 Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de Tinduf, pero esto no lo sabrán a través de España y sus laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.

Brahim Ghali y lo que queda de su fiel guardia no saben sobre qué pie deben bailar… la guedra. Desde la creación del Movimiento Saharaui para la Paz (MSP), en la cúpula del Polisario las espadas están bien altas… tanto que el “presidente” ha decidido reducir drásticamente la agenda de las reuniones de esta cúpula.

Acusaciones mutuas de los sucesivos y de la catastrófica situación del Polisario… Unos responsabilizan a otros. Todos, sin atreverse a decirlo, acusan a Argelia por la decadencia de su papel a nivel internacional y la “ineficacia de su moribunda diplomacia”.

“Al ‘presidente’ le resulta más cómodo insultar a sus padres que a Argelia”, comentaba uno de estos responsables de pacotilla… Y hay de qué: ¿Quién le hizo “presidente” y quién le puede quitar de la “presidencia”?

Todo, menos el mentor argelino, tutor y patrón del “presidente” y sus milicianos.

El ¡movimiento de protesta en el seno de la cúpula no ha podido ser sofocado a pesar de la intervención del propio mentor. Donde hubo fuego, cenizas se quedan. Cenizas que con el primer viento vuelven a encenderse. “Esto se acaba. Yo ya le dije a los míos que preparen maletas, que en el momento menos pensado vamos a tener que vaciar el lugar” …

En los campamentos de Tinduf se respira parquedad. En la cumbre de la banda se teme a la justicia por su crimen contra la humanidad.

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