Polisario saca “jugo” hasta a Coronavirus: Ayudas UE en los mercados de Zuerat y Nuadibú


Ganga de conciencias

 

Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de Tinduf, pero esto no lo sabrán a través de España y sus laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.

Ante los dividendos, la cúpula del Polisario no se detiene ante nada. Desde hace semanas, tras un largo y humillante lloriqueo, la UE ha enviado ayuda humanitaria a lo que creía población desamparada.

Desamparada si, sobre todo que no ha visto ni la sobra de aquella ayuda que se fue a parar a los mercados y zocos mauritanos en las ciudades de Zuerat y Nuadibú.

¿Y la población de los campamentos? Sigue muriendo en medio de una cruel e inmoral indiferencia casi general. Sus vivos siguen sirviendo para la mendicidad del Polisario y para e glosar sus cuentas bancarias en los bancos canarios y de la península.

A esta población no llega ni alimentos ni medicamentos. Algunos familiares de miembros de la cúpula del Polisario, sus amigos y sus chivatos sirven de muestra de una repartición que nunca ha existido.

Ganga de conciencia. Roban hasta los medicamentos para salvar una vida y malversan la comida que hubiera podido evitar la muerte de este o de aquél…

Cómplice el que da y el que coge. La UE y todo el mundo debe velar para que su ayude llegue efectivamente no a la gente, sino a sus estómagos.

Los caciques del Polisario son capaces de todo cuando hay pasta por medio.

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