El letrado Saad Sahli del colegio de abogados de Rabat
Los que, dentro y fuera de Marruecos, siguen la situación de la lucha contra la pandemia del coronavirus saben pertinentemente que, para los responsables de esta lucha y para los marroquíes en general es la hora de la verdad.
Es la hora de pensar e imaginar las soluciones para rehabilitar todos los aspectos de la vida eclipsados por la pandemia.
Ni es difícil ni es exorbitante.
Todo lo sacrificado depende de nuestra actitud en estos tiempos de recta final en que los tropiezos cuestan caros. De tal modo que con humildad y determinación podemos celebrar, dentro de poco, la victoria en una guerra impuesta y ante la cual no hay armas a excepción de la fe y la voluntad de superar el momento, transformando las dificultades en oportunidades.
Es, para decirlo de alguna forma, el éxito reconocido mundialmente que se trasforma en responsabilidad. Conservar lo logrado, obteniendo lo nuevo. Los responsables marroquíes han demostrado cabal y elocuentemente que es posible. Que podemos y que debemos. Depende de nosotros, única y exclusivamente de nosotros y de nuestra voluntad de salir de esta dolorosa experiencia que ha llevado vidas y que amenaza en todo instante de inadvertencia de llevar otras.
La solución, pues, está entre nuestras manos. Se trata, no nos engañemos, de sobrevivir. Para ello solo es necesario un esfuerzo adicional.
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