GRAN CARRERA POR LAS VACUNAS ANTI COVID-19 Dr. Mario H. Concha Vergara PhD. – Docente de TEW – Chile


 

Dr. Mario H. Concha Vergara PhD. Docente en TEW-Chile

Luego de la explosión de la pandemia del Covid-19 (Coronavirus) el 13 de marzo, inmediatamente varios científicos comenzaron a trabajar en la busca de paliativos para controlar el virus, estos podrían ser vacunas u otros medicamentos.

Algunos especialistas en enfermedades infecciosas como la doctora epidemióloga Casadevall informan en The Journal of Clinical Investigation, que un tratamiento efectivo podría estar disponible: el plasma sanguíneo de las personas que se han recuperado de la enfermedad, rico en anticuerpos contra el virus; además, su colega la especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad Johns Hopkins  Liise-anne Pirofski del Albert Einstein College of Medicine sostuvo que un tratamiento para luchar contra el coronavirus ya podría estar a la mano: este es el plasma sanguíneo de las personas que se han recuperado de la enfermedad, rico en anticuerpos contra el virus.

Esta  estrategia parece haber funcionado en otras infecciones, se señaló, y existe la infraestructura para recolectar y administrar plasma. Los riesgos son conocidos y comparativamente bajos. “Recomendamos que las instituciones… comiencen los preparativos lo antes posible”. “El tiempo es la esencia.” En Chile ya comenzaron a aplicar este tratamiento aunque aún no se saben los resultados.

En cientos de hospitales de EE. UU. Más de 160 mil pacientes han recibido la terapia experimental, pero, aún no hay una evidencia clara de sus resultados. “Un estudio de pacientes tratados con suero en el Hospital Mount Sinai en la ciudad de Nueva York, publicado como pre impresión el 22 de mayo, ofrece pistas de que puede, al igual que otros estudios pequeños en otros lugares. Pero los ensayos clínicos controlados aleatorios (ECA) que darán respuestas más definitivas aún están en curso”, informa la revista Sciencie.

Durante 1918 el plasma se probó con pacientes de la gripe española con muy buenos resultados, sugiriendo que esto ayudó a combatir otras pandemias, como el sarampión, el síndrome respiratorio agudo severo y enfermedades menos conocidas como la fiebre hemorrágica argentina. En un estudio de la década de 1970 de 188 pacientes con esa enfermedad, solo murió el 1% de los receptores de plasma, frente al 16,5% en un grupo control. Casadevall dijo, “Creo que tiene una alta probabilidad (de trabajar) basada en la historia”. Para la doctora Marylyn Addo, especialista en enfermedades infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Hamburgo-Eppendorf algunos ejemplos son menos alentadores, pues ella informa que en un estudio de 84 pacientes con ébola en Guinea, en 2015, los médicos obtuvieron beneficios del plasma convaleciente. (aunque no está claro claro por qué; tal vez el plasma simplemente no contenía tantos anticuerpos potentes). “Y, el tratamiento conlleva riesgos: las transfusiones pueden transmitir patógenos transmitidos por la sangre y, en casos raros, conducen a afecciones como la lesión pulmonar aguda relacionada con la transfusión (TRALI), en el que los anticuerpos transferidos dañan los vasos sanguíneos pulmonares o la sobrecarga circulatoria asociada a la transfusión (TACO), cuando el cuerpo del paciente no se adapta al volumen sanguíneo agregado, que puede ser de hasta medio litro”. Estas transfusiones pueden provocar hasta la muerte por lo tanto, según algunos estudiosos del tema dicen que hay que ser muy cuidadosos al respecto; esto no es una panacea

Los virólogos chinos usaron  plasma convaleciente en pacientes con COVID-19 en enero 2020. Publicaron un estudio en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, informando que 10 de cada 10 receptores de plasma mejoraron, mientras que tres de cada 10 “controles pareados”, personas con las mismas características que no recibieron el tratamiento, murieron Allí la letalidad comprobada fue de un 30% lo cual es altísimo comparado con el resto del mundo. Algunos otros estudios en Italia y España parecían ser más prometedores.

En Nueva York, hay  plasma, según estudios médicos, suficiente para todos, en parte debido a que miles de miembros de la comunidad judía ortodoxa, que ha sido muy afectada, con el coronavirus se han ofrecido como dinantes y han donado. Entonces, si se demuestra que el plasma convaleciente funciona, es posible que se necesite mucho más, y el suministro podría convertirse en un problema. El volumen de la donación depende del peso del donante, pero, generalmente está entre 690 y 880 mililitros en los Estados Unidos, lo cual es suficiente para uno o dos pacientes, y el tipo de sangre del donante debe coincidir con el receptor, aunque los virólogos chilenos han dicho que el plasma de cualquier donante sirve para cualquier receptor; además, los pacientes recuperados podrían donar plasma varias veces.

Thomas Kreil, jefe de seguridad de patógenos en la compañía farmacéutica japonesa Takeda  dice  que la mezcla y concentración de anticuerpos difiere de un donante a otro, lo que “es una de las razones desafortunadas por las cuales la evidencia clínica generada en torno al plasma convaleciente se ha mantenido bastante superficial”, La industria Takeda está elaborando un producto llamado globulina hiperinmune, para el cual se agrupa la sangre de cientos de pacientes recuperados y los anticuerpos se concentran aproximadamente 10 veces con una vida útil más larga que el plasma. Esta concentración permitiría a los médicos administrar más anticuerpos a los pacientes sin riesgo.

Takeda produjo globulina hiperinmune anteriormente para la pandemia de influenza H1N1 de 2009. La farmacéutica concentró anticuerpos de 16,000 litros de plasma convaleciente, produciendo lo suficiente para tratar a miles de pacientes. El doctor Bouvier dice: “Sospecho que la globulina hiperinmune se puede preparar y fabricar antes de que tengamos una vacuna viable, lo cual sería una excelente noticia para la humanidad.

No se crea que la pandemia está deteniendo los trabajos sobre vacunas  Por ejemplo, en Australia, la farmacéutica Novarax, comenzó a vacunar a algunos pacientes diagnosticados con COVID-19 con un primer ensayo clínico en humanos, una inyección que espera vencer al coronavirus. Sin embargo, el primer resultado estará disponible recién en  julio y si todo resulta según lo establecido, (es decir si la vacuna es un éxito), y se iniciará la segunda fase y la definitiva.

Por su parte, científicos chinos de la compañía Sinovac aseguraron el  29 de mayo que la vacuna en la que trabajan contra la Covid- 19 tiene un 99% de chances de ser efectiva. “La compañía de biotecnología, con sede en Beijing, actualmente se encuentra en una segunda etapa de ensayos de una inyección, en la que participan más de mil voluntarios, que pudiese poner fin a la pandemia” asegura Sciencie.

Bulgaria ha sido seleccionada por la OMS y allí se cree que la vacuna contra la tuberculosis que fabrica ese país ha protegido a su población de la epidemia: ellos, entraron en confinamiento a mediados de marzo, escasos pacientes detectados, y la propagación ha sido limitada, con 2.460 contagios y 133 muertes. Basándose en un aumento de la demanda internacional, anunció un financiamiento de 5 millones de euros, (5,7 millones de dólares a valor actual) para una línea de fabricación que permitirá a la compañía duplicar la producción anual de la BCG, para que pase a 4 millones de ampollas, que corresponden a 40 millones de dosis.

El quillay, es un árbol originario de la zona central de Chile, usado p pueblo Mapuche para medicamentos y otras actividades, produce saponina[1], elemento clave para el fabricar el potenciador de vacuna “Matrix-M”, con el que una compañía financiada por Bill Gates con más de 400 millones de dólares está produciendo un antídoto contra el coronavirus. La mayoría dice el diario La Tercera,  asocia al quillay con un árbol característico de la zona central del país, pero pocos lo vinculan a la industria farmacéutica. “Pues bien, hace años que el quillay se usa en aplicaciones médicas, gracias a que uno de sus componentes, una sustancia llamada saponina, la que tiene varios utilidades, sirve como un potenciador de vacunas, ayudando que el cuerpo libere más anticuerpos”.

Ahora bien, una de las vacunas más prometedoras para combatir el coronavirus, que desarrolla la compañía Novavax, una empresa estadounidense-sueca en la que Bill Gates, lleva este potenciador. El laboratorio aseguró estar en condiciones de producir hasta 100 millones de dosis este año, y potencialmente más de mil millones en 2021.

Muchos laboratorios, en todo el mundo, están en una gran carrera para desarrollar vacunas anti virus. ¿Es por necesidad de salud pública o ganar dinero? Esto lo sabremos en el futuro próximo. “La esperanza de mucha gente es que tendremos una, quizá varias, de aquí a fin de año”, señaló Pascal Soriot, director general de AstraZeneca, (Empresa ligada en los estudios a la universidad de Oxford) el jueves en una rueda de prensa virtual aunque otros ejecutivos más optimistas piensan que lo harían en septiembre. AstraZeneca recibió más de 1.000 millones de dólares de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado de los Estados Unidos (BARDA por sus siglas en inglés) para el desarrollo, producción y entrega de la vacuna, a partir del otoño norteamericano. El programa de desarrollo incluye un ensayo clínico de fase III con 30.000 participantes y un ensayo pediátrico. El laboratorio ha asegurado que está capacitado para fabricar millones de dosis antes de fin de año.

Por otra parte, Albert Bourla, jefe de Pfizer, que lleva a cabo ensayos clínicos con la sociedad alemana Biontech, también cree posible una vacuna antes de 2021. “Si todo va bien, y las estrellas se alinean, tendremos suficientes pruebas de seguridad y eficacia para poder (…) tener una vacuna hacia fin de octubre”.

La Universidad Católica de Chile inició desde enero pasado, con el Dr. Kalergis y su equipo la tarea de crear una vacuna nacional contra el Covid-19. ¿En qué consiste? Como responde el propio investigador: “En proteínas o fragmentos de proteínas de SARS-CoV-2, deducida desde su material genético, que elegimos de acuerdo a su capacidad de inducir una respuesta inmune favorable para la eliminación del virus en ausencia de inflamación excesiva”.

Refiriéndose a la centena de vacunas alrededor del mundo que se están estudiando, el Dr. Kalergis dice “Las otras vacunas que se están probando tienen formulaciones diferentes”. “Por ejemplo, las vacunas que están actualmente en estudios clínicos están basadas en inmunización con material genético del virus (ADN o ARN). En nuestro caso, nos basamos en el uso de proteínas del virus y con estrategias de inmunización diferentes a los utilizados en las vacunas creadas por otros grupos de investigación”.(Ver Infomarruecos.ma  06/03/2020).

La competencia por lograr primero una vacuna es buena siempre y cuando se use en forma gratuita en todo el mundo. Sería desastrosa y antiético que una vacuna sea usada solamente en los países más ricos y para los más ricos. Hay que entender que el Covid-19 llegó para quedarse, como lo hizo la tuberculosis, la gripe, el NH1N1el  ébola, el Sida y tantas pandemias muchas de las que aún no han desaparecido.

E-mail:conchanh@gmail.com

[1] Las saponinas son glucósidos de esteroides o de triterpenoides, llamadas así por sus propiedades semejantes a las del jabón: cada molécula está constituida por un elemento soluble en lípidos y un elemento soluble en agua, y forman una espuma cuando se las agita en agua

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