Cuba, Palestina y Sahara Por Hassan Achahbar


Anàlisis

Cuando se pierde el decoro, también se pierde la dignidad. Ese es el caso de Cuba y de los capitanes de su agencia Prensa Latina que, en un falso silogismo, asocian un fingido apoyo a Palestina a la solidaridad lucrativa con la virtual República saharaui.

   El 25 de mayo, la oficial Prensa Latina dedicó a Palestina un inopinado cable fechado en Addis Abeba, Etiopia, cuando de lo que se trataba en realidad, era del “Día de África” y de la emancipación de los pueblos africanos colonizados por los europeos.

“Presidente de Sudáfrica solicita fin de opresión a Palestina en Día de África”, es el desopilante titular que usó la agencia como distracción y como rampa para saltar al tema saharaui, objetivo último para agradar y agraciarse con el régimen de Argelia.

   En la bajada de la noticia, respetando lógicamente las reglas, Prensa Latina amplia la información sobre el apoyo a Palestina: “El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, solicitó hoy el fin de la opresión a Palestina y la ocupación de su territorio, en un mensaje divulgado aquí a propósito de celebrarse el Día de África”.

   Con ese encabezado concordando con el titular, uno pensaría que todo estaba dicho. Pues no, porque a renglón seguido, la agencia anuncia el verdadero color: “Ramaphosa, presidente pro-témpore de la Unión Africana (UA), también declaró que la fecha es propicia para ratificar el apoyo a la República Árabe Saharaui Democrática en su lucha “por la libertad y la autodeterminación”.

   Durante años, los Castro aprovecharon y se sirvieron a voluntad de la oportunidad que les brinda la rivalidad entre Argelia y Marruecos para sacarle todo el jugo a su “solidaridad” con el separatismo saharaui, patrocinado desde 1975 por los argelinos.

   Las cosas empezaron a cambiar a partir de 2017 con el restablecimiento formal de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Marruecos. De ahí, surge la falsa dicotomía de La Habana que por un lado desea mantener relaciones normales con Rabat y por otro no suporta perder la plaza africana de Argelia.

   Lo cierto es que a cada día se refuerza más la hipótesis de un aprieto entre los dos regímenes que ni la propagación de la pandemia del Covid-19 logra subsanar. Eso lo que explica los malabarismos informativos de Prensa Latina. El problema de Cuba sigue viviendo en el pasado y no acierta la fórmula para aplacar, sin suplicar, los deseos de Argelia.

Fuente: Notilamar

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