Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de Tinduf, pero esto no lo sabrán a través de España y sus laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.
La gente comenta con ironía mezclada con una amargura sin precedentes las revelaciones de que ni el presidente mauritano ha enviado mensaje alguno a Ghali ni Hungría mantiene o haya mantenido relación aluna con la virtual RASD.
Método Goobel. A falta de realidad, utilicemos la ficción. Al fin y al cabo, una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. “El Polisario se equivoca escandalosamente… Con un “presidente” semi analfabeto y objeto de mil órdenes internacionales de busca y captura y una cúpula mafiosa, corrompida y mercantil, ninguna teoría le puede servir”. MNVC acaba de terminar su carrera de medicina en Cuba. No piensa quedarse aquí en este gulag argelino. Una semana le ha bastado para darse cuenta de que “esto es irrespirable”. Lo dijo a su padre que temía por él: “La tierra de Dios es amplia”. Pero su padre sabía por qué temía. Fue uno de los privilegiados de la mafia polisarista y lo sigue siendo… Sabe a lo que se expone su hijo y sabe también cuantos han desaparecidos por menos. No quiere llorar. No quiere sufrir más de lo que siempre ha sufrido…
MNVC afirma ahora que “estábamos ciegos”. Se refiere al método pol potista de Ghali y sus aves de rapiña. “Esto es inaguantable y voy a intentar mi suerte”. “No lo digas a nadie. Aquí la tienda de campaña tiene orejas”.
El hombre permaneció ocho largos hijos sin ver a su hijo y ahora presiente que puede no verlo más.
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