Buenas noches Marruecos Sahara Occidental Marroquí: EL ASUNTO ES EL PROBLEMA, LA FORMA, LA SOLUCIÓN[1]


Siempre lo dije y hoy, más que nunca, cuando nuestro país es blanco y diana de mil y una conspiraciones y de heterogéneas miopías, desaciertos y deslices en sus enfoques al respecto, vuelvo
a reiterarlo: La solución del prefabricado problema del Sahara no depende ni de Argelia ni del Polisario y menos aun de extravagantes declaraciones de responsables argelinos.
Una solución justa, equitativa y duradera, como la preconiza, en principio, el Reino de Marruecos en su afán de zanjar un problema que causa inútilmente tanto sufrimiento de sus propios hijos desterrados en los campamentos de Tinduf y los apetitos hegemónicos de huérfanos de la guerra fría, pasa por la naturaleza y la envergadura del papel que debieran (o quizás debieron) desempeñar los verdaderos sahrauies, los sahrauies marroquíes, que viven y ejercen plena y debidamente todos y cada uno de sus derechos constitucionales en su país, Marruecos y que no pueden, de modo alguno, aceptar a un “presidente” contra el cual pesan gravísimas acusaciones de crímenes contra la humanidad y de violaciones sexuales y buscado en más de un país europeos.
Ellos, que en su abrumadora mayoría rechazan tajante y categóricamente la tutela de quien está bajo tutela: el polisario y sus amos y señores argelinos.
Ellos, libres en su país, Marruecos, no pueden aceptar la esclavitud de la DRS argelina y su patrón el general Médiale, alias Tawfik.
Ellos, que en sus vidas cotidianas aprendieron a ganar su vida decente y honestamente en vez de estar obligados a mendigar y a vivir a expensas de una pequeña parte de la ayuda internacional.
Ellos, que viven en su país, tienen lo suyo y están entre los suyos.
Ellos son la voz autorizada para cualquier solución… su solución y no la que contempla la institución militar argelina. Ellos son los únicos capaces de decirle a Argelia y su Polisario ¡Basta!
Ellos, que sin ellos, iremos, como ya hace 41 años, a trancas y barrancas.
“Imposible, dijo Henry Ford, significa que no has encontrado la solución.”




[1] Christian Friedrich Hebbel

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