De una manera u otra, todo, absolutamente todo, en
estos tiempos de campana electoral, tiene que ver, directa o indirectamente,
con o sin intención con las elecciones y el 7-10.
Cadáveres políticos que se despiertan para acusar…
analfabetos que orientan o estigmatizan y terroristas que emiten “fatwas”. Todo
es útil para teledirigir al ciudadano de diferentes formas y para diversos
objetivos.
Predicación y política, intelectualidad y política, celebridad
y política…política y política.
Con razón, un candidato instaba a sus electores a
votar “por este parado que tiene cinco hijos y no encuentro el sustento”.
Es la campaña electoral en la que poco se debe creer
y menos confiar. Dicen lo que hacen y no pueden hacer, prometen lo que ni Obama
puede cumplir y juran y vuelven a jurar.
Todos van a convertir a este país en un paraíso.
Todos nos van a proporcionar un océano de bienestar y prosperidad. Se van a
acabar nuestros problemas, nuestras inquietudes y nuestras preocupaciones. Ellos
están allí y no piden, a cambio, más que un voto…un pequeño voto…un voto de
nada que solo tenemos durante las elecciones. Son aves de rapiña y vampiros en
busca de sangre-voto.
Es la campaña electoral en la que se puede escuchar
sin creer, ver sin mirar, sonreís sin conocer y reír sin comprender.
Voces y votos y una promesa por medio. Allí están
los programas electorales ¿Los hay? Allí está lo que te prometen y lo que no te
prometen. Allí está todo, solo falta recurrir a la conciencia, a las referencias
del candidato y a la honestidad y sinceridad propias.
Votar es dar la confianza y la esperanza…
Comentarios
Publicar un comentario