Muchos órganos de prensa anuncian hoy su reapertura que, según Dris
Ganbouri y Hakim Aboullouz, especialistas de los movimientos islamistas y
salafistas, se debería al acercamiento, durante las ultimas semanas del Cheikh
con el PAM.
Se trata de una “reacción a raíz del acercamiento entre el PJD y
Hammad Kabbadj” estimaba ayer Dris Ganbouri en una declaración a “Yabiladi”. El
especialista en asuntos islámicos y el salafismo recuerda que “durante las
elecciones anteriores, los cheikhs salafistas apoyaron al PJD”.
Por su parte, Abdelhakim Aboulouz, igualmente investigador y
especialista de los movimientos salafistas contemporáneos va más lejos,
estimando que la reapertura de las escuelas coránicas es un pacto entre las autoridades
y el Sheikh Maghraoui. “Las directrices de’ Maghraoui a sus discípulos van a
permitir al PAM beneficiar de un amplio apoyo para hacer elegir a Fátima Zohra
Mansuri en la circunscripción de Marrakech-medina”, explica Aboulouz quien
precisa “ en contrapartida, el salafista obtiene un levantamiento del bloqueo
de su asociación”.
En cuanto al investigador y profesor en la universidad Ibn Zohr de
Agadir, recuerda que la relación entre el Estado y el movimiento salafista ha
sido así siempre, desde 1970 “Los salafistas fueron siempre un arma del Estado
para combatir a los islamistas o a la izquierda mientras que el movimiento salafista
ha velado siempre por mantener al estado a su lado para disponer de la libertad
a fín de que pueda ejercer sus actividades”.
Evocando la integración de los salafistas en la vida política, Hakim
Aboulouz dice que se trata de un proyecto llevado a cabo a escondidas por el Estado.
Pero este proyecto, según él está condenado al fracaso porque “no está basado
en estudios y no tiene en cuenta muchos factores como, por ejemplo, la historia
personal de estos salafistas y las razones por las que se han incorporado a
este movimiento”.
Para muchos el acercamiento entre el PAM y Maghraoui es “al fin y al
cabo un pacto de lobos”.
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