Terminada la entrevista que el entonces director del diario El País, Joaquín Estefanía realizo al difunto rey Hassan II y en la que yo era el traductor simultaneo, le preguntó cuándo se iba y en qué.
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Me gustaría ahora mismo y no tengo en qué, respondió
precipitadamente Estefanía, el cual había pasado con nosotros (Javier Valenzuela
y yo) casi una semana en Marrakech
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Pues voy a tratar de resol ver este pequeño problema,
dijo el rey antes de entrar a una habitación
Eran la una
y 2 0 de la madrugada. Al cabo de unos minutos volvió el difunto monarca.
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Dile, me dijo, que tiene suerte que el piloto y el copiloto están
aun despiertos
Nadie de
nosotros comprendió lo que quería decir el llorado rey hasta que lo precisó:
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Dile al Sr. Estefanía que mi avión personal está en el aeropuerto, esperándole.
Nadie de n vosotros
creía lo que acababa de escuchar. Casi tres horas después, Joaquín Estefanía y
su fotógrafo Raúl estaban en Barajas a donde llegaron en el avión real marroquí.
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