Mi peluquero me ha parecido, esta
mañana, muy indeciso. Una actitud que en él ilustra la sed de saber o
comprender:
- A mí me parece que al final , en materia electoral, no hemos avanzado ni un ápice
- ¿Por qué lo dices?
- Porque no encuentro ninguna justificación para lo contrario. Las mismas prácticas, los
mismos insultos de siempre y las mismas descalificaciones unos a los otros.
- Lo propio de un proceso electoral
- No, ¡hombre! No. ¡Ni hablar! ¿Cómo va a ser propio de un proceso
electoral si aparte de los insultos y “revelaciones” de bajezas no hay ni
programas electorales ni visiones ni ideas ni nada…
- Aun es prematuro.
- Siempre es prematuro para lo correcto y siempre es justo y preciso
para lo malo
- Resulta que tu o bien eres impaciente , o bien ves las cosas desde tu
propio ángulo
- Los dos. Las elecciones están a la vuelta de la esquina y no lo
parecen. ¿Crees que es lógico en un país como el nuestro que canta y recita sus
“progresos” democráticos?
- Tienes prisas
- Si y no. Quiero ver a este país avanzar realmente y no en la mentira y
la demagogia , sin o en el camino de la paz social, de la justicia social, del
respeto del ciudadano y de una mayor transparencia
- ¿Sabes lo que te digo?
- Casi…
- Q ue sigues así y te van a poner de defensor del pueblo
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