La revelación de nuestro compañero Abderrahim Berdiji sobre la
presencia de altos cargos del Polisario en Marruecos para sus “vacaciones” (que,
por ser asalariados de Argelia, tienen vacaciones y hasta seguridad social) o
para visitas familiares (son más humanos que su difunto presidente que nunca volvió
a ver ni a querer ver a su padre, un ex miembro de las Fuerzas armadas), ha suscitado
un realmente particular.
Y es normal
porque, entre muchas otras con
sideraciones demuestra que la cúpula polisarista es infinitamente menos papista
que los polisarizados del interior.
Luego, unos y otros, no nos cansaremos de repetirlo
para que no sea pasto de ningún olvido ni hoy ni mañana, reconocen al proceder
a rellenar los formularios de rigor en el aeropuerto, la plena y debida soberanía
de Marruecos sobre estas provincias del sur.
De donde la
imperiosa necesidad de rentabilizar estas visitas, tanto sobre el plano
humanitario como comunicativo porque al fin y al cabo ¿qué es lo que van a ver
a escuchar a constatar o a observar en esta parte del reino de Marruecos? Por más
que tergiversen y no creo que lo puedan hacer para garantizar su próxima visita,
siempre quedará parte de la verdad: la fracción de su familia aquí está
viviendo mientras que la de los campamentos argelinos de Tindouf existen y hay muchísima
diferencia entre vivir y existir. Vivir aquí y existir allí. Esta es la
diferencia que no pueden ni cambiar ni
alterar ni, por su puesto, substituir.
Poco a poco… pero
segura e inexorablemente desaparece la impostura y reaparece la verdad: los de
fuera se van dando cuenta, los de dentro, depende de las autoridades locales y
su enfoque del problema y también y so re todo de la sociedad civil saharaui en
estas prosperas provincias del sur de Marruecos.
Comentarios
Publicar un comentario