Mi peluquero no parece convencido con los argumentos
de algunos de los que se han servido y siguen sirviéndose del estado. Mi
peluquero cree que la “telenovela” como llama a este asunto de parcelas del
dominio público a precios módicos puede teñir gravemente la imagen del país.
- Es que lo que
hemos visto, hasta ahora, no es más que la cara visible del iceberg
- ¿Qué quieres
decir?
- Yo no sé, Dios
Sabe más, pero me han dicho que hay el doble o el triple de otros nombres:
dirigentes de partidos políticos, altos funcionarios del estado, destacadas
personalidades de la sociedad civil y
hasta militares.
- No cabe duda de
que el asunto está tomando una inquietante dimensión
- Y va a tomar otra
peor, porque ¿Cómo quieres que yo o cualquier marroquí de “a pie” sigamos
confiando en un ministro que no ha dicho exactamente la verdad o en cualquier
alto cargo del Estado. Es grave…muy grave y lo complica aun más la falta de
decisión al respecto.
- Efectivamente, se
necesita mucha más contundencia
- Que es,
precisamente la que brilla por su ausencia. Te digo una cosa: del desenlace de
este asunto depende la relación entre los administrados y los administradores.
- Creo que tienes
razón porque el debate público se dirige hacia una parquedad cuyas
consecuencias serian difícilmente calculables.
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