Mientras que
el ministro turco de exteriores anunciaba una reunión de su presidente Erdogan
con su homologo ruso Poutine “para puntualizar la lucha contra Daesh y el
Frente Nusra”, el ejército sirio avanzaba en Alepo sin casi encontrar
resistencia, recuperando localidades y fábricas (en Kalmoun).
El terrorismo
es una obsesión… casi un rumor. El verdadero terrorismo es el que está detrás. En este
contexto Estados Unidos ha emprendido una carrera contra reloj para obtener un
alfo el fuego y frenar el avance sirio en Alepo. Fiel a su manera de hablar de
la paz, haciendo la guerra, Rusia expresaban su acuerdo, pero al mismo tiempo
supervisaba la ofensiva siria, en ausencia de una resistencia turca como ocurría
antes.
El terrorismo
desnudo. La cobertura turca era todo. Combatido a capa y espada, el actual
acercamiento entre Ankara y Moscú está creando “milagros” y no es más que el
comienzo. Estados Unidos, sus aliados y sus satélites regionales saben
pertinentemente que sin Turquía “la partida está pérdida”… entre otras con
sideraciones de orden estratégico porque las “alianzas” tejidas de manera
antinatural con Israel y las estrategias de alternancias pierden su pilar y su razón
de seguir existiendo.
La paz que
revela los secretos de la guerra y la guerra que revela las ventajas de la paz.
Cambio de alianzas, cambio del curso militar.
Al final, como lo revelo Moscú, la mayoría de los
servicios secretos europeos negocian secretamente en damasco, mientras que
Estados Unidos parece incapaz de frenar el nuevo eje Moscú-Ankara, inherente no
solo de cambiar el curso bélico como antes dicho, sino también y sobre todo de
revelar lo que algunas potencias occidentales y sus aliados y domésticos
regionales tratarían de evitar a toda costa.
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