Buenos días Marruecos Gobierno: discrepancias bajo forma de guerrilla urbana

Extraño este gobierno en el que las discrepancias de criterio o de valoración o incluso de apreciación parecen una guerrilla urbana.
Independientemente de quién tiene o no razón, la víctima en todo esto es la coherencia en la acción gubernamental.
Anoche damos cuenta de que Interior impuso su visión en el Parlamento en  torno a las leyes electorales. Interior. O sea: el gobierno o por lo menos así lo califican algunos sin precisar que entre las enciendas rechazadas por Interior figuraban las de la mayoría. O sea: del gobierno.
Luego se sienten en  torno a la misma mesa de un consejo de gobierno los jueves y ¿qué pueden decirse? Nada, me imagino… porque,  entre otras mil razones nada hay que decir, si el telón ha bajado, las enmiendas rechazadas y el publico (los marroquíes) siguen aplaudiendo sin entusiasmo y hasta con, aburrimiento. Los profanos (la abrumadora mayoría silenciosa) o bien  se limita a preguntar sin recibir ninguna respuesta o bien  a fingir que comprende sin comprender.
Así las cosas, las reglas se han convertido en excepciones y éstas en reglas. Cada vez que hay un acuerdo o simplemente un simulacro de identidad de puntos de vista entre el PJD y la RNI, dos de los principales componentes del actual gobierno, todo el mundo se pone a preguntar con asombro y casi sin, creerlo, como pudo ocurrir esto.
Sin embargo, sensibilidades partidistas a parte, todos los marroquíes les gustaría un gobierno fuerte e imaginativo (no en el sentido de cómo sabotear esta o aquella medida tomada por el prójimo) sino imaginativo por el bienestar de los marroquíes que, ¡digo yo! Por ello está donde está.
Al final algunos insensatos y hasta los sensatos hablarían  (o exigirían que en este país es casi igual)  de balances, de realizaciones o de cuentas a dar.
¿Balances de qué? ¿Realizaciones de cuándo? ¿Cuentas a quién?

¿ No serán de las veces que estuvieron al borde de la ruptura de la coalición gubernamental? ¿O quizás de los portazos, mil veces enarbolados por algunos? O… ¡Vaya usted a saber qué!.

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