Erdogan no lo esperaba: El Kremlin acaba de publicar una carta del
presidente turco, Erdogan en la que se excusa por el derribo de un avión ruso
en la frontera con Siria, lo que justamente había negado y expresa toda su
disponibilidad a “abrir una nueva página con Moscú”.
La publicación
de la carta, en principio secreta, constituye una explícita respuesta al
presidente de Turquía, acostumbrado al doble juego y a la doble cara.
Además, una
fuente del gobierno ruso afirmaba esta misma tarde que para una vuelta a la
normalidad entre los dos países “hace falta un poco más que excusas”. Se
refiere al cese por el régimen turco de apoyo al terrorismo y a su empresa de desestabilización
de sus vecinos.
Con la normalización
de las relaciones con Israel, no se debe descartar un papel del amigo de Erdogan, Benyamain Netanyahu en los esfuerzos en curso
(por parte turca y sus amigos como Israel) para la reanudación de las
relaciones con Rusia.
Erdogan
pues se excusa del derribo del aparato ruso y Moscú exige además que se excuse
de todas las fanfarronadas al respecto.
La oficina
presidencial en Ankara no parece apreciar la revelación de una carta, en
principio enviada a escondidas. Las cosas, lo que son, vuelve el tira y afloja
a las relaciones entre ambos. La pérdida de Rusia, sus mercados y sus
dividendos son irremplazables para Turquía y su agonizante economía. Pero Turquía
era fuerte cuando creía en el principio de “cero problemas con los vecinos” que
ahora son muchos… muchísimos infinitamente más de lo que puede dejar
indiferente al mundo y sus amantes de la paz y la justicia.
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