A pesar de los enormes
esfuerzos de algunos países, especialmente EE.UU, Turquía y Arabia Saudita hay serios
indicios de que para la banda terrorista de Daesh es el comienzo del fin.
Además de las sucesivas derrotas
militares tanto en Siria como en Irak, el corte de sus principales vías de
abastecimiento, del, cada vez, más
apagado sueño de un “Estado islámico” y una baja de más del 78% en su
reclutamiento, parece que el principal factor de esta crónica de un a desaparición
anunciada de se debe al factor financiero.
De tal modo que los drásticos y repetidos recortes en sus “presupuestos”
debidos,
esencialmente, a la pérdida de la mayoría de los campos petrolíferos y
el cierre de las vías de su comercialización en Turquía, han resfriado el ímpetu
de muchos de incorporarse al proyecto del llamado “Estado islámico”.
En algunos países, como
Marruecos, las células durmientes desmanteladas, como la recientemente en Oujda
y comarca, tienen que atracar instituciones financieras para financiar su
empresa terrorista. Lo que constituye un flagrante contraste con la “generosidad”
de la nebulosa hasta hace poco, cuando pompeaba enormes cantidades de dólares a
diestro y siniestro para alimentar su empresa terrorista en algunos países.
El indicio de la célula
desmantelada en Oujda se repite en muchos otros países, especialmente en Túnez
y muy probablemente, desde ahora en adelante en el resto de los países del
mundo.
La actual asfixia financiera
de las hordas terroristas está provocando lo que ejércitos regulares, unos
bomberos, otros pirómanos no pudieron
realizar.
La crisis (económica) de
algunos, para otros un alivio…
Comentarios
Publicar un comentario