Algunas veces conviene sacar a luz algunas opiniones
y puntos de vista sobre temas que nadie sabe cómo las ve otras personas que no
tienen la ocasión de presentarlas, o simplemente no quieren poner a otras en
apuros.
Es el caso de esta parte de un largo e
interesante diálogo que tuve con dos personas de alto nivel de cultura y
pensamiento. Pero, dadas las circunstancias, respeto y discreción, no daré los
nombres, sólo diré que uno de ellos ya no sigue viviendo entre nosotros, que
dios bendiga su alma.
Es sólo una forma de revivir algunas
opiniones sobre ciertos temas que no son al alcance de todos.
Estimado
amigo, he discutido con un célebre personaje marroquí (……….) considerado como
experto en los asuntos hispano-marroquíes, sobre las opiniones de Aroui y tu
punto de vista y observaciones, en relación con tu lectura a una de sus obras.
A
continuación, te envío sus observaciones:
Buenas noches
Lo que hace Laroui en todos sus escritos es
reivindicar una ruptura entre el legado y el presente para integrar plenamente
en la modernidad, rompiendo con la religión. Es lo que se insinúa con
cultura y tradición. Quizás se quiera referir a algo que se asemeje al
Kamalismo en Turquía. La cultura marroquí no es tan disfuncional como la
dibujan los rupturistas. Se han llevado acabo muchas reformas. El
Marruecos de hoy no se parece al de hace cincuenta años y mucho menos al
de los comienzos del siglo pasado. El tema es ámplio.
Saludos…….
Estimado amigo Mokhtar,
Gracias por
el interesante comentario y entrevista del Sr………., con el que coincido
plenamente tanto en lo que respecta a la tesis rupturista de Laroui, como al
análisis sobre las relaciones entre los dos países.
Como
señalaba en mi comentario sobre el libro de Laroui, cada vez desconfío más de
los planteamientos que intentan cambiar una sociedad “a empujones”, porque
históricamente veo que estos planteamientos de ingeniería social terminan mal.
El vacío dejado por la tradición se suele llenar de cualquier cosa.
En cierta medida es lo que viene
ocurriendo en España durante los últimos 30 años; una obsesión por la
modernidad y un rechazo frontal de la tradición. En España nadie quiere que se
le considere conservador, es un término totalmente depreciado. No existe ningún
partido que se llame conservador. La derecha se autodenomina centro. Quizá,
esta situación sea así, debido a que el pasado inmediato no democrático del
franquismo, no estimula a la sociedad española a sentir que tenga algo que
conservar. Pero la situación no es nada deseable porque la sociedad carece de
referencias sólidas y vive en un sistema de valores frágil, efímero y muy
volátil. Gran parte de los problemas actuales provienen de esta circunstancia.
Incluso yo diría, siguiendo esta línea argumentativa, que además de todos los
aspectos que señala el Sr……..como obstáculos para un normal desarrollo de las
relaciones entre Marruecos y España, se encuentra también el rechazo ingenuo e
inmaduro de todo lo que huela a tradición. Al gobierno español, a los medios de
comunicación y a gran parte de la sociedad, se sienten más próximos a esos
líderes pseudo revolucionarios y totalitarios, tipo Chávez de Venezuela, Evo
Morales de Bolivia, Fidel Castro o el Polisario, que lo asociado con los
conceptos de tradición y conservador.
Saludos.
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