En voz alta Naufragios de Libia: la mayoríade las victimas son marroquíes: Extraño mutismo oficial

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Otros naufragios… otras víctimas y otro folklórico “grito en el cielo”. Esta vez son, entre los dos naufragios (miércoles y jueves pasados) unas 130 muertos en el Mediterráneo.
No cabe duda el acuerdo turco europeo sobre el cierre de la vía hacia los Balcanes a cambio de un substancioso importe ha comenzado a dar sus primeras y siniestras pruebas.
Según Flavio Di Giacomo, portavoz de la OIM “la mayoría de las víctimas son marroquíes, una nacionalidad hasta entonces poco…muy poco representada entre los candidatos a la inmigración en Europa por vía libia”.
¿Marroquíes? Pero si no sabemos nada. Las autoridades marroquíes no han dicho nada a pesar de que se trata de decenas de ciudadanos marroquíes muertos sin que se sepa quiénes son, de donde han salido, como han llegado a Libia y cuáles son las extrañas circunstancias que rodean este misterio.
En este orden de idea, la marina italiana anuncia haber rescatado del mar a unos 562 de los 650 naufragados. Lo que significa lógicamente que aun hay decenas de marroquíes entre los salvados por la marina militar italiana.
Pocos…muy pocos países en todo el mundo pueden mostrar tan mortal negligencia o incluso desprecio por sus ciudadanos en parecidas circunstancias.
De hecho, tanto los muertos como los supervivientes de otras nacionalidades en estos dos trágicos naufragios han sido/están siendo objeto de un cuidado y un esmero que debemos envidiar por las autoridades de sus respectivos países en Sicilia.
Por otra parte, comandantes terroristas y traficante de seres humanos son las dos caras de la misma moneda: mismo crimen, mismo castigo.
El problema exige mucha más atención porque es otro rostro del terrorismo… el peor: se paga para morir.

Si antes los negreros se llevaban a africanos encadenados hoy, en estos tiempos de democracia, libertad y derechos humanos, los mismos negreros cobran  para llevar esta nueva especia de esclavos con la única diferencia de que, a pesar de pagar “el viaje” muy a menudo nunca llegan, quedándose en el fondo del mar.

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