EE.UU/Arabia saudita El futuro de una relación incierta y cada vez más imprecisa

Fuentes rusas afirman “prudentemente” que la flexibilidad de los negociadores rusos con sus homólogos americanos se debe a lo que podría convulsionar la región medi oriental: una revalorización de Estados Unidos de sus relaciones con Arabia saudita, lo que constituiría algo así como un sismo en la región y tal vez en el mundo.

Riad lo sabe y se ha preparado. Washington tampoco lo ignora y se pasa la vida desmintiendo. Pero el país atraviesa difíciles momentos de un relevo que, gusta, cada vez menos, en el mundo y más concretamente entre los aliados y los satélites de” Estados Unidos.

Los que, en Washington instan a una “revisión del estatuto de Arabia saudita ante EE.UU” se equivocan mortalmente. No parecen conscientes de lo que ello podría exponer al país a sobresaltos geopolíticos y económicos que, ningún pronóstico podría aconsejar.

La Casa Blanca lo sabe y hace su posible aunque su margen de maniobra es limitado lo que incrementa los riesgos de una convulsión con efecto de una bomba nuclear en las relaciones internacionales.

En Moscú es el “Wait and see”. Todo el mundo espera a que, ante la imposibilidad de sobrevivir a las consecuencias de una decisión en este sentido, la casta política americana se retractará lo que tendría asimismo sus nefastas consecuencias de una autosugestión  al estilo saudí.

La cuestión, hoy por hoy, consiste en saber cómo podría bloquear la Casa Blanca o, los poco, que aún quedan en los círculos del Lobbyng pro-saudí en la capital federal americana.

Ante los signos de tan devastador sismo, algunos de los cuales evidentes, Rusia se prepara a lo peor… o a lo mejor, depende del ángulo desde donde se vea.

No obstante,  tanto en Washington como en Riad, el optimismo de una “rehabilitación” del papel saudí en la propagación del terrorismo en el mundo, parece extremadamente limitado. La ofensiva anti-saudí en Estados Unidos es arrolladora, ineludible podría ser el punto de inflexión en las relaciones entre Estados Unidos y el Reino wahabita,  estratégicas hasta ahora.

De producirse el futuro de Oriente Medio seria incierto, difuso podrían resultar todos los esfuerzos para salvar a algunos países que giran,; hasta ahora, en la órbita de Arabia saudita por procuración americana.