Nos referimos a las extravagantes declaraciones en Rabat de Nicola de
Santis que es director de asuntos políticos y securitarios en la Alianza Atlántica
durante un debate parlamentario aquí en Rabat los pasados días 20-21-22 en el
sentido de que “los que han escapado al primer caos de la “Primavera
árabe”, deben adoptar una serie de reformas si no quieren ser devastados por
otra “Primavera”.
El “especialista” de África
del norte y de oriente Medio en la OTAN precisa su alucinación: “Durante la
primera ola de la “Primavera árabe”, los manifestantes no salieron a las calles
para protestar contra los occidentales o Israel, sino contra sus propios regímenes
políticos, reivindicando dignidad y libertad”.
Peregrina previsión que roza
el surrealismo y lo irreal. No porque estos países “escapados” de la Primavera árabe
están inmunizados, sino simple y lógicamente porque las condiciones tanto en África
del Norte como en Oriente Medio son diametralmente distintas.
Peor aún: Frenada en Siria,
su primavera ha sido abortada para siempre y Estados Unidos lo saben. Los planes
iníciales han sido mil veces retocados y readecuados infructuosamente El curso
bélico en Siria y en parte en Irak ha convulsionado todos los planes de la
OTAN, de Israel y de sus satélites regionales.
Una explica otra: Su
Primavera ha sido exhaustivamente preparada para no atacar a sus diseñadores. Es
decir, precisamente Israel y Occidente.
¿Quién ha escapado y quién ha
sido atrapado? ¿se refería a los países del Golfo, amos y señores de la decisión
en la región y voz autorizada e imposiblemente desobedecida y todo el mundo
sabe por qué.
Por su carácter anecdótico, la
enigmática “revelación” del Sr. De Santis ha provocado, eso sí, un comienzo de
curiosidad antes de humor e ironía.
Tomándose por lo que creen
ser, estos señores de la OTAN se permiten riendas sueltas a su lengua y a su imaginación,
creyendo que todo el resto es menor y no vacunado.
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