Desde la conspiración
contra Siria en La Liga árabe y en otros foros de carácter árabe o islámico, desde hace casi 5 años, en
la que Argelia participo activamente el país magrebí nunca levanto dedo alguno
para poner su grano de arena en los esfuerzos tendentes a desbaratar esta conspiración.
Ahora
resulta que, además de un “milagroso” apoyo” los dos países “son objeto de la
misma conspiración” y bla…bla…bla.
Para ello
Argel ha decidido formar un nuevo “frente” junto a Irán y a Rusia para, eso sí
que no se sabe por qué exactamente,
habida cuenta de que, como todos los apoyos argelinos obedecen a una óptica absolutamente
coyuntural: los desarrollos de la cuestión del Sahara Occidental marroquí dentro
y fuera del Consejo de seguridad y el contrapeso del apoyo de los países del
Golfo, a su frente Arabia saudita a Marruecos y a su integridad territorial.
De tal modo
que, tanto en Damasco, donde no pisaron su suelo desde hace casi 5 años, como
en Argel, los dirigentes argelinos derrochan declaraciones para el consumo del
Golfo y sus iniciativas para con su vecino marroquí.
Los milagros
del Sahara Occidental marroquí. Para Argel, que dicho sea de paso, no cesa de
proclamar de diferentes maneras y con diversos tonos que no es parte implicada en la
crisis, la cuestión del Sahara Occidental Marroquí es una cuestión de política interior
aunque sus intentos en el mundo árabe tienen pocas…muy pocas probabilidades de
que desemboquen en lo que su apetito geopolítico y territorial busca.
Qatar o
Arabia saudita no son Mozambique ni sus dirigentes Chissano, un profesional del
secesionismo y de la división por lo que la actual “crisis de apoyo” a Siria argelina no va a durar màs de lo que va a
durar el examen de una resolución en el Consejo de seguridad de la ONU sobre el
Sahara. A menos que decida, como ya había hecho en Libia de enviar al Polisario
al campo de batalla en Siria.
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