Lo dijo el presidente Obama: “Hemos convenido con el presidente
Poutine volver a instaurar el alto el fuego en Siria”. So lo dice, y además lo
corrobora el presidente ruso, debe ser verdad. En todo caso son ellos los que
hacen y deshacen la paz y la guerra y nos lo dicen diariamente mil veces y de
mil maneras.
Todos estamos ocupados. unos màs que otros. Unos por estos y otros por aquellos.
Los demás y el resto son/es accesorios/accesorio. O sea: los que han
muerto y los que mueren en Siria o en Irak ha sido y es porque ellos lo han
querido. Los dos, en común acuerdo, en total distensión.
Los demás: los sirios, las oposiciones, los terroristas etc. Y el
resto: los países implicados en esta guerra sucia no son ni podrían ser más que
simples satélites al servicio de esta o aquella causa.
Sin conferencia de Yalta ni plan Marshal ni siquiera pactos o
alianzas, a la guerra fría vino a remplazar la paz caliente, cuya temperatura,
no obstante, está total y completamente bajo control.
¿Y nosotros? ¿Y nuestra Liga árabe? ¿Y nuestras “potencias” regionales?
Simples “Canadá Dry”. Dan la impresión de ser señores cuando no son más que
criados, porque no es señor quien se muestre insensible ante tantas muertes,
tanto caos y tan indescriptible tragedia.
Como diría el grupo marroquí “Jil Jilala” “A mí solo me importan los
hombres que han muerto, porque los muros destruidos se volverán a construir”.
Y han muerto muchos. Mueren muchos y van a morir, quizás, más… porque
los acuerdos entre Rusia y Estados Unidos no son sobre el medio de acabar con
el drama, sino de no inteferirse en los intereses del otro. Acabaron por
encontrar un terreno de comprensión. Daesh es interés de algunos. Bachar el
Assad es de otros. Una coexistencia pacífica entre el horror y la indiferencia.
En Oriente Medio no hay ni buenos ni malos, sino simplemente actores
que interpretan el papel que les ha reservado el destino. Por ello “Los
Hermanos musulmanes” no fueron más que una etapa, preparada, eso sin,
minuciosamente y que debía abrir la vía al advenimiento y a la emergencia del
mismo régimen bajo otro aspecto.
En Siria no se pudo realizar este “cambio”, no gracias a Rusia, sino a
Irán.
La guerra en Siria no hace más que comenzar…
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