Para el mando americano en Irak “la liberación de Mousul depende
de sus liberadores”. Es decir: si son la movilización popular (de obediencia
chiita) “mejor que quede entre las manos del llamado ‘Estado islámico’”.
Mas grave aun: los responsables
americanos han afirmado que si los liberadores de la segunda gran ciudad iraquí
de las hordas de Daesh son pro-iraníes “probablemente vamos a aplazar hasta el año
próximo nuestra contribución militar”.
Mousul en Irak no es más que el botón
de muestra de la lucha anti-terrorista, que unos (EEUU) la estrujan, otros la
padecen.
Orden de prioridades: A juzgar
por las declaraciones en torno a la liberación de Mousul, para Estados Unidos
la prioridad no es acabar con Daesh ni demás daechis, sino con los regímenes “ejes
del mal” y los que se aferran a la independencia de su decisión.
Daesh cuenta con este inestimable
apoyo. Mousul será liberada el año próximo “por el bien del ejército iraquí”
que ha afirmado mil veces que sin movilización popular no hay ni puede haber liberación
alguna. La verdad es que el aplazamiento de la contienda de Mousul (por parte
americana) obedece a otros imperativos, entre ellos dar el suficiente tiempo y
apoyo de todo tipo a Daesh para poder contrarrestar la ofensiva popular iraquí.
En Iraq y en la vecina Siria
esto se ha repetido mil veces. Estando
al borden del caos, Daesh ha sido “milagrosamente” salvado. Y si ha sobrevivido
fue gracias a este “milagroso” apoyo extraterrestre.
Las cosas lo que son: la batalla
de Mousul debe determinar las pautas y los retos de la “resistencia” de Daesh y
la capacidad de las buenas voluntades de acabar con esta lacra. Y en el mundo árabe
los que contribuyen, de una u otra manera, a este crimen, la historia se encargará
de no absolver nunca.
Cada día que pasa el mundo
comprende más por qué no se ha podido o no se ha querido acabar con Daesh.
Y nadie, absolutamente nadie arrestará
nunca a Abi Bakr Al Bagdadí ni a ninguno de sus principales colaboradores o
lugar tenientes porque el asunto de Daesh debe unirse a los de “contras” en
Nicaragua, al asesinato de Kennedy o al de Salvador Allende o incluso a las convulsiones
libias.
Comentarios
Publicar un comentario