Los 15 escucharán a comienzos de esta noche a puerta cerrada, al enviado
especial de la Unión africana para el Sahara, Joaquim Chissano, una verdadera
notoriedad y una estrella estelar entre los medios pro-Argelia y su Polisario.
Fue el representante de Angola, uno de los estados que giran, desde hace
mucho tiempo, en la órbita de Argelia quien solicitó el “alegato” del conocido
pro-polisarista.
Las delegaciones, francesa, egipcia,
senegalesa intentaron oponerse a esta iniciativa angoleña, programada justo
antes del inicio del debate de la prórroga del mandato de la MINURSO.
Esta no es la primera vez que el ex mandatario mozambiqueño, el cual dejó
al país literalmente de rodillas por la pobreza y la precariedad, intentara “colarse”
en el debate del Consejo de seguridad al respecto. En el 2015 lo intentó
infructuosamente.
Pero no importa. ¿Qué es lo que puede decir un individuo como Chissano, “ilustre”
por su “combate” por todas las causas secesionistas y separatistas del continente
africano? ¿Qué puede decir el frustrado Chissano que no hayan dicho Venezuela,
Uruguay y Argelia?
¿Pueden ignorar, los que lo van a escuchar que, entre ellos, hay grandes y
sabios el continente (Egipto y Senegal) que se oponen a escuchar al
extravagante agente argelino?
En todo caso, este año como todos los años, desde hace 40 años, y como los próximos
40 o 400 años va a ser lo mismo: es la temporada de las conspiraciones, pero
también de la tenacidad y de la vigilancia porque la “causa” sirve a Argelia y
a su Polisario para inyectar a la pobre población de los campamentos argelinos
de Tinduf otra dosis de falsa esperanza.
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