Nunca antes
Marruecos hizo frente en el Consejo de seguridad de Naciones Unidas a tan
minuciosa maniobra contra su integridad territorial en la que ha habido de
todo.
Sin embargo,
gracias a la diplomacia real y a un papel jugado por el representante permanente
de marruecos ante la ONU y su equipo en Nueva York que merece todo respeto y consideración,
Marruecos ha logrado milagrosamente, según muchos, sobre todo sus enemigos, desbaratar
esta maniobra.
Ha habido de
todo, decía. En efecto, desde la crisis “artificialmente” tramada entre el
secretario general de la ONU y marruecos hasta una hábil maniobra argelina
consistente en incorporarse a una coyuntural y dialéctica alianza con
Rusia, Irán y Siria, destinada a convulsionar
el equilibrio de fuerzas votantes en el seno del Consejo de seguridad, lo que ,
ínfima parte lo ha conseguido con la marcha atrás de Rusia, pasando por la irrupción
en la escena de la ONU de extravagantes personajes y personalidades como el ex
mandatario mozambiqueño, Joaquín Chissano y otros o la costosa ofensiva en el
Congreso de diputados español etc. Todo. Se hizo todo, afortunadamente en vano.
Allí está la
nueva resolución que en términos futbolísticos equivale a 15 a 2. Una apoteósica
goleada. ¿Qué es lo que queda por hacer?
Depende
quién. Para Marruecos se trata de hacer una racional gestión de sus esfuerzos y
de su victoria. Para sus detractores, especialmente Argelia optar por el
sentido común. La mano que no puedes torcer, bésala, reza el refrán. Nadie
insta a nuestro vecinos argelinos besar ninguna mano, sino simple y
racionalmente darse cuenta de que ni este ano ni el próximo ni dentro de 40 o 400
años el Sahara Occidental será lo que había sido siempre: marroquí. Otra cosa
seria el orden de prioridades y las propuestas de Rabat, las únicas, para
llegar a una situación sin vencedores ni vencidos.
Hay causas
como la de la integridad territorial de marruecos en que no se gasta absolutamente
nada y siempre se gana mientras que otros agravan sus ya deterioradas finanzas,
perdiendo siempre.
Sin embargo
hay solución…. Entre Argelia y Marruecos.
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