No se si es el régimen sirio no
las autoridades rusas que se lo hayan jadeado, lo cierto es que se trata de una
maniobra indudable y exhaustivamente bien estudiada: El jefe del estado sirio,
Bachar al-Assad ha indicado que está dispuesto a la celebración de elecciones
presidenciales anticipadas si el pueblo lo pidiera (manifestando su voluntad).
De hecho el mandatario sirio lo
ha propuesto hoy mismo (jueves 31-3) justamente en una entrevista con la
agencia oficial rusa Ria-Novosti.
“¿hay una voluntad popular para
celebrar elecciones presidenciales anticipadas? Se pregunto Al Assad, auto
respondiéndose: Si es si, no tengo ningún problema con ello”.
Bien estamos ante una, cuando
menos, interesante propuesta de desenlace de la gravísima crisis siria. Se nos dirían,
como siempre han dicho, que no hay manera de determinar, de identificar o de diagnosticar esta “voluntad
popular” extremadamente relativa.
En efecto. Pero ¿Cómo se ha
podido determinar, identificar y diagnosticar que el régimen actual en Siria
era opresor y tirano?
La verdad es que ni se debe
esperar la reacción de las mil y una oposición surgidas de las concepciones
occidentales o de las potencias regionales ni del propio Occidente.
Se trata de la mejor manera de "que se vaya" y de la mejor manera de satisfacer los anhhelos del pueblo sirio en la eleccione de sus dirigentes y no dejarlo a Doha o a Ankara.
Al Assad no aporta ninguna
novedad. Lo de aceptar, en caso de que se lo pida el pueblo sirio, elecciones
presidenciales anticipadas se ha repetido màs de 3 veces en el curso del 2016.
Pero ahora, la “idea” cobra
interés e incluso trascendencia. Sus detractores lo deben desafiar, exigiendo
la naturaleza de los mecanismos de estas “elecciones presidenciales anticipadas”,
su fecha, su circunstancia y sus condiciones. Es decir: garantías internacionales
y bajo auspicios de la ONU y de la comunidad internacional.
Si esto no es democrático que
nos indique Qatar, Turquía o los que hablan de represión en Siria el modelo democrático
que se deba imponer en Siria y en el resto del mundo árabe.
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