“Nadie desea una victoria final contra Daesh” la “evidencia” de
Olivier Roy, investigador, politologo y especialista del Islam en “PanoraPost” para quien “un derrumbe de Daesh va a crear un
espacio vacío y exacerbar las tensiones en la región sin solucionar el problema
del ‘Yihad’ internacional que buscará otros terrenos de juego”, parece, en las
actuales circunstancias, una revelación (la primera idea) en voz alta que la
inmensa mayoría de los países occidentales y árabes abordan en voz baja
o…murmurando.
La segunda “idea” es menos evidente. Los que no tienen intereses en
este juego sucio saben que acabar con Daesh es cortar la cabeza de la víbora.
No obstante, “algunos” lo que desean es encontrar el medio de “reanimar” a
Daesh…pero solo en los países árabes o musulmanes.
El objetivo occidental y de algunas "potencias" regionales no es acabar con Daesh ni con el terrorismo que crearon y alimentan, sino con el régimen sirio.
Los recientes atentados de Bruselas y antes de parís y entre ambos los
de Estambul, Túnez y el Líbano, han planteado acuciantemente la “imperiosa
necesidad de frenar este desbordamiento bajo forma de “daños colaterales”.
Los servicios secretos de muchos países árabes advirtieron contra la
proliferación del fenómeno terrorista por todo el mundo y de distintas maneras:
se controla a los árabes y actúan los que no lo son. Se marca a los musulmanes
y cometen los atentados los no-musulmanes. Se sospecha de los no occidentales y
resultan terroristas los que lo son.
El terrorismo tiene mil rostros y nadie tiene màs rostros que la hipocresía
occidental en el momento de encarar las soluciones a la atroz realidad
terrorista.
Acabar con Daesh es, de mil maneras, acabar con el descontrol y por
con siguiente con los atentados en Occidente.
¿Qué otra banda terrorista ha cometido atentados en Occidente?
Al Qaida es historia y el Pentágono sabe algo de ello.
Comentarios
Publicar un comentario