A menudo o por lo menos desde
hace meses, en vez de informar y aclarar situaciones, los comunicados del
ministerio de Asuntos exteriores y Cooperación añaden màs certidumbre y màs confusión.
Obviamente a falta de un portavoz al que se le puede preguntar o simplemente
pedir precisiones de una idea o de una información, las interpretaciones cogen
una dimensión absolutamente surrealista.
Dos posiciones, sin precedentes
en una declaración de una fuente no precisada: “se ha pasado literalmente la
pagina de Ban Ki-moon aun que se debe permanecer movilizado y de ser consciente
de que nuestros diplomáticos hacen un trabajo diplomático y no técnicos”.
¿Qué significa esto? Para
comprenderlo se necesita pasar a la segunda y nueva posición: “Ha pasado el
tiempo en que su único papel era de votar por unanimidad, sin real valor añadido
al expediente”.
O sea: que en principio esto
debiera augurar una nueva era de concertación y de complementariedad en cuanto
a las posiciones del país sobre sus principales expedientes, especialmente el
Sahara marroquí.
Ahora bien, para que esto ocurra
la movilización no implica, ni mucho menos ser consciente de que los diplomáticos
marroquíes “hacen un trabajo diplomático y no técnico”.
Sobre la, según AAEE, ya
reciente crisis con el Sr. Ki-moon seguramente hay diferencia de criterios en
cuanto al modo de la gestión de esta crisis. Esto se llama derecho a discrepar
y nadie está obligado a acatar las líneas oficiales… porque lo esencial para
todos es salvaguardar los históricos derechos de Marruecos y su integridad
territorial. Para ello los caminos y las vías deben ser multiples.
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