Para asesinar, lo hacen con
pantalones vaqueros y para responder de
sus actos acuden con “Darraiyas” (habito tradicional saharaui).
Nosotros estamos acostumbrados y
a todas luces la “táctica” ya engaña a muy pocos. Las leyes del país se han
hecho para todos y nadie está exento de acatarlas.
Esto viene a colisión por una
milicias en ciernes, formadas por las bandas de Polisario durante su ultimo
traslado a los campamentos argelinos de Tinduf para sembrar la tensión en los
campus universitarios de Marruecos.
Ingenuos porque “se tragaron”
las alegaciones de sus superiores en los campamentos de tal modo que comenzaron
a exhibir sus futuros proyectos terroristas a su llegada al aeropuerto Internacional
Mohamed V procedentes de Argelia, patria-madre de muchos de sus instructores.
Y… aquí termino el juego y los
excesos: banderas del Polisario, propaganda separatista y libros de instrucción
guerrillera.
En ciernes porque lo van a ser
toda su vida si sigan olvidando que este país está preparado, desde hace mucho
tiempo, a este y a todos los tipos de agitación y de tensión y que no van a ser
cuatro gatos en los campamentos que los puedan salvar si atentaran contra el
orden publico porque aquí estriba la diferencia: mientras que otros tienen gas
y petróleo, Marruecos tiene un pueblo… un pueblo orgulloso de serlo y que hasta
su policía y su ejército es PUEBLO UNIFORMADO…
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