Y la telenovela no
parece que vaya a terminar. ¿Excusas o lamentos? De hecho, ¿Qué diferencia hay
entre ambos? Los listillos la han localizado como localizan siempre lo que
quieren cuando se trata de buscar problemas a soluciones.
El Secretario general
de Naciones Unidas, quiera quien quiera, ha presentado sus excusas bajo forma
de lamentos y de reconocimiento de su “error”.
No son tiempos de consultar a antiguos diplomáticos ni a buscar
al gato la quinta pata que no la tiene. Son, eso si y en voz alta, tiempos de
flexibilidad y sobre todo de inteligencia que por algo nuestros actuales diplomáticos
cobran y por algo los contribuyentes pagamos.
La nota presentada en
nombre del SG de la ONU ayer por la tarde por su portavoz es, sin precedentes.
Por ello debe constituir la base de un nuevo punto de partida en el que no se
debe excluir una muy próxima visita del Sr. Ki-moon al Sahara marroquí para
permitirle volver a soltar las riendas de su “emoción”. Base, pues, de una sana
gestión en que se aclare todo, comenzando por el término “ocupación”.
La etapa es
responsabilidad… enorme responsabilidad en la que solo con clarividencia y
serenidad podemos decir mañana que “esta vez, si hemos acertado”.
Lo que es inadmisible a
este estado de cosas es ponerse a cantar victorias que no existen y trazar utópicas
estrategias que pueden exasperar a los que, hasta ahora, nos han apoyado.
El fusil y el ramo de
olivo, como diría el difunto Yasser Arafat aunque personalmente, preferiría
tirar lejos…muy lejos el fusil y quedarse solo con el ramo de olivos.
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