En lo que llevamos del mes de
marzo, los flujos de capitales en los países emergentes han alcanzado un nivel
plus-marca. Un signo que presagia un próximo balón de oxigeno para las economías
emergentes.
Por otra parte, se espera una recuperación
económica de aquí a 3 o 6 meses.
“La reciente mejora de los
indicadores avanzados permite esperar cierta recuperación en los países emergentes
en el horizonte de 3 a 6 meses”, según Ecgos.fr, citados por “Le360” en un
articulo fechado ayer (30-3). Dentro de pocas semanas “las señales han cambiado”,
el dólar ha perdido mucho de su fuerza, las tasas de interés deberán seguir
bajas y la devisa china ha vuelto a conocer cierta estabilidad. “Además, los países
cuya economía depende de las materias primas vuelven a encontrar un poco de oxigeno
con cierto retorno a la estabilidad en los precios, mientras que otros como África
del Sur o Brasil han gana do en competitividad-precio gracias a una baja de su
devisa. Finalmente, cambios a nivel de los dirigentes han impulsado la con
fianza. Es el caso de La Argentina y tal vez, mañana de Brasil.
Mucho antes de la confirmación de
esta mejora de coyuntura, los flujos de inversiones de capitales habían emprendido
el camino de los mercados emergentes. Según el Instituto de Finanzas
Internacionales (IIF) en el mes de marzo, alcanzaron su màs alto nivel desde
hace cerca de 2 anos con 36. 800 millones de dólares. “Los flujos que se han
registrado durante lo que llevamos de marzo, en lo màs alto desde junio del
2004, marcan una aceleración en relación a los 5 400 millones de dólares registrados
en febrero y son sensiblemente superiores a la media del periodo 2010-2014 que
se establecían en 22 000 millones
de dólares”, señala el IID.
“Evidentemente, este movimiento podría
conocer un nuevo retorno a la alteración de la política monetaria americana y
una elevación de las tasas de interés”, estiman los expertos económicos y
financieros.
Por ahora, el despegue de los
flujos, en marzo, ha abarcado todas las zonas geográficas, al frente de las cuales se sitúa Asia con 20 600
millones de dólares. Incluso Brasil a la que todo el mundo preveía sombrías
perspectivas económicas ha atraído unos 2 000 millones de dólares colocados
en acciones gracias a “atractivas valorizaciones y a las esperanza de un cambio
político”, observa el IIF.
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