Ayer en el curso de una visita
de trabajo a Madrid, acompañado por el Director de la seguridad nacional y de
la Vigilancia del territorio, el Ministro del interior fue condecorado con la Gran Cruz del
Orden del Mérito civil, que junto a las de Carlos III y de Isabel la católica
constituye una de las grandes condecoraciones acordadas por España a las
personalidades extranjeras que hayan obrado por el refuerzo de las relaciones
de amistad y de cooperación entre España y sus respectivos países.
En el ámbito de seguridad, Mohamed Hassad es el cuarto
responsable marroquí con decorado en En/por España. El primero, hace menos de
un año, fue Abdellatif Hammouchi quien,
junto a dos de sus colaboradores, fueron
condecorados con la Cruz honorifica al Mérito policial” por el “alto grado de
cooperación” que el hombre instauró entre España y Marruecos en la lucha
anti-terrorista.
Tanto ayer como
hace un año, esta ilustración del buen momento de las relaciones bilaterales y
màs concretamente de la cooperación entre ambos en todos los dominios fue
precedida por infructuosos intentos de interferencias destinados a enturbiar la
visita y sus objetivos.
Todo quedo en inútiles
coletazos de quienes (cada vez menos en el vecino país) pasan la vida y parte
de la muerte soñando poder alterar, un día, la dirección emprendida por los
reyes de los dos países y por los respectivos gobiernos de cara al presente y
al futuro.
Total y perfecta
identidad de puntos de vista sobre el abanico de temas tratados y de las
perspectivas y una compartida visión del esquema de la futura cooperación.
El comunicado
conjunto que sanciona esta visita se encargó de describir el clima en que transcurrió
la visita y el clima en que terminó.
Hassad y Hammouchi
se fueron, vieron y convencieron. Ahora, en espera de que su homologo de
Exteriores y Cooperación hiciera parecido excelente trabajo y sin exageraciones
de ningún tipo, podemos adelantar de que se trata de los primeros indicios de inmunización
de las relaciones hispano-marroquíes.
Tampoco seria
pedir mucho esperar que esta fructífera cooperación bilateral en materia
securitaria se extendiera a otros dominios como la cooperación política, económica,
industrial, comercial etc.
Creo que Hassad y
Hammouchi han demostrado de que es posible y de que el presente y el futuro con
España está hecho para colaborar y no discrepar.
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