Todos los atentados en la región
y fuera de ella tienen, cuan do menos, un vinculo con la “empresa madre” en Siria…
sin embargo parece que el Daesh de Siria no es el de Iraq y que las prioridades
de catalogar a los grupos terroristas necesita màs, negociación, màs reflexión y
más concesiones mutuas. Sin embargo nadie quiere admitir que esta divergencia
sobre lo que podríamos llamar criterios de identificación de las bandas
terroristas da una margen de maniobra a estas bandas para preparar y perpetrar
otros atentados allí en Siria o Iraq o en capitales europeas.
Evidentemente ni nosotros ni los
aliados occidentales de Estados saben a ciencia exacta lo que pasa y va a pasar
entre Washington y Moscú respecto a Oriente Medio, aunque todo el mundo sabe,
que concepciones al consumo local a parte, las dos superpotencias se van a
poner de acuerdo.
Queda por saber sobre qué, en
nombre de quién y con vistas a qué.
En el fondo, entre Moscú y Washington
no hay preguntas sin respuestas y la
diferencia consiste en sus respectivos satélites.
Por ello no seria exagerar
afirmar a estas alturas que Oriente Medio ( y no solo Siria) está en vísperas de
una auténtica metamorfosis en la que lo que màs teme Rusia y también EEUU es
que se pueda, con fuerzas locales ( sirias e iraníes y el apoyo del Hizbolah
libanés) resolver (como se está resolviendo) una situación, cuya solución, las tantas coaliciones, tantos miles de millones
de dólares, tantas armas y tantas tergiversaciones anuncian para “dentro de años,
quizás lustros”… y es la amenaza contra la…guerra.
En este orden de ideas, la
insistencia de Estados Unidos de participar en la “batalla de Mausoul” en Irak
pasa por el aval de Irán y sus grupos autónomos populares que consideran, hasta
ahora, que lo único que busca Estados Unidos en Irak (y en Siria) es salvar a
Daesh.
De hecho, ante tan grave extravío
de las posturas de Rusia con un paquete de acuerdos nunca revelados con Estados
Unidos sobre el conflicto sirio y el resto de los conflictos en el Próximo
oriente, los protagonistas locales (régimen sirio e Irán) han comenzado, desde
hace días, la elaboración de estrategias sin contribución rusa lo que ha dado
un resultado absolutamente impresionante.
O sea: Rusia negocia en nombre
de lo que llama “gobierno legitimo” en Siria. ¿Y Estados Unidos negocia en
nombre de quién?
No lo dice ni parece que vaya a
decirlo hoy o mañana, pero tampoco es indispensable que lo dijera. Todo el
mundo lo sabe.
Comentarios
Publicar un comentario