Durante una rueda de prensa ayer en Casablanca,
el Alto comisario para el Plan, Ahmed
Lahlimi, citado por "PanoraPost" afirmo que el 2016 va a ser duro para Marruecos, “tanto como la sequia
lo va a ser”, previendo una tasa de crecimiento de 1’3% para este año, lo que, según
él, puede ser menos con los conflictos sociales que se esperan.
Asi las cosas, parece que ya no queda
esperanza de salvar la temprada agrícola, porque la lluvia tarda y las tendencias
meteorológicas no prevén un feliz desenlace para los próximos días. No
obstante, no queda màs de 15 a 20 días para esperar obtener una cosecha muy
media… “ El débil nivel de crecimiento seria, de esta forma, la consecuencia
del retroceso de la actividad agrícola a 12’7%, uniéndose, de este modo, con
las campañas agrícolas secas como también seria consecuencia de una débil tasa
de crecimiento de las actividades no-agrícolas, estimadas en +2’2 para el 2016”,
explico el alto comisario para el Plan.
Lahlimi concluye,
pues, que “ sobre el plano de la coyuntura agrícola, màs allà de sus efectos
sobre el crecimiento económico, me parece necesario formular algunas
inquietudes en torno a las setias amenazas que hace planear en lo inmediato,
sobre el estado del ganado y del empleo, del ingreso y de las condiciones de
vida de las poblaciones rurales así como sobre los re cursos hidráulicos que,
salvo, un giro de 180 grados de la coyuntura climática, deberán conocer muy
serias tensiones”.
El mal e
incluso horrible ano agrícola que se espera, no es la única razón de las sombrías
previsiones de Lahlimi. En efecto, la demanda interior no parece deber recuperarse,
con una previsión de crecimiento de 2’9%, una de las mas débiles registradas
desde hace 9 anos. En cuanto a la tasa de crecimiento anual medio de los créditos
bancarios prosiguen su retroceso, pasando de 6% para los anos 2009-2011 a 3’6%
en 2012-2014. En cuanto a la inversión publica, continua bajando. De 34’7%en el
2013 a 29(6% del PIB en el 2016.
Lahlimi
concluye con otra nota pesimista: “se debe saber que el 2017 será todavía más
severo que los anos anteriores porque deberá mejorar los fundamentos después de
un 2016 que se anuncia, desde ahora, muy difícil. Estas condiciones, tal y como
augura este comienzo del 2016 son portadoras de un contexto social en el que la
problemática de la pobreza y de desigualdades sociales y territoriales deberán plantearse
con una nueva acuidad”.
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