No cabe duda:
la guerra en Siria y el Irak, probablemente màs en el primer país que en el segundo, debido a su carácter literalmente
artificial, cuesta mucho a Occidente. Quizás incluso, sin temor de caer en la exageración
o en los estereotipos baratos, mucho màs de lo que preveía al provocar estas y
otras guerras en el mundo árabe.
¡A ver! despacio
y buena letra… Solo el pro lema de los refugiados, mayoritariamente sirios (no podía
ser de otro modo) está desembocando en una auténtica convulsivo socio-económica
de muchos países.
¡Y lo que te
ronda morena…! Sin embargo ningún país europeo u occidental en general ha
movido dedo alguno en busca de una solución existente, fácil y mutuamente
salvadora. Todos, unos màs que otros, otros menos que unos han buscado, desde
el comienzo de la guerra en Siria, problemas a soluciones en vez de soluciones
a problemas.
Y aquí están todos.
Veamos el
problema de donde todos los vieron y nadie lo reconoce ni quiere reconocerlo: ¿Y
si mañana o pasado, el régimen sirio prepara maletas, da el portazo y se va,
qué sucedería?
Dos guiones:
a- Sin su
verdadero enemigo y obstáculo: el ejercito árabe sirio, Daesh se tragaría, en
menos de una semana, a todas las oposiciones, la armada, la política, la
extremista y la moderada
b- Estados
Unidos y sus aliados tanto occidentales como sus satélites regionales tendrían un
bozal y una correa y con 4 mesecitos calmarían
a Daesh y a todas las oposiciones incluida, evidentemente la “moderada”.
La segunda es
la hipótesis fiable. En efecto, a excepción de Israel, cuyo ministro de Defensa
Moshe Ya’aloun acaba de “preferir” publica y descaradamente Daesh a Irán, a
nadie le gustaría tener una entidad fundamentalista, indómita e imprecisable y
con ninguna garantía de poder domarla un día.
Y es que lo
que los occidentales no quieren comprender es que su Daesh, en tanto que lo que
es hasta ahora, una organización terroristas para desestabilizar a algunos países
no seria, ni mucho menos el Daesh con un “Estado propio” y forjando un hecho
consumado.
Allí va el
misterio que no asombra ya a nadie: A Europa, se le ha exigido un plazo de un
ano hasta dos, para poder comenzar a recoger los frutos de la cosecha de la actual
situación.
Y la pobre está
esperando… lo que nunca llegará porque los que si van a seguir llegando son
refugiados, entre ellos muchos absolutamente diferentes de lo que pretenden.
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