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Un artículo del New York Times,
citado hoy por “France-Irak-Actualité” acaba de revelar el nombre de código de la guerra secreta multinacional de
la CIA en Siria. Se trata de la operación
Timber Sycamore lo que significa “Madera de Plátano”. En 1992,
los investigadores sirios, Ibrahim Nahal y Adib Rahme publicaron un estudio según
el cual: “a pesar de que ma anchura de las cernes sea influenciando por los factores
del medio, la madera de Plátano de Oriente puede clasificarse entre las Especies con crecimiento relativamente rápido en relación a la haya o al roble (alcornoque)”.
Los grupos rebeldes mayoritariamente
extremistas que proliferan por Siria desde el verano del 2011, podrían ser considerados,
por tanto, como “plátanos de oriente” habida cuenta de su “rápido crecimiento”
sin que un lazo sea obligatoriamente establecido entre el nombre del código de
esta operación clandestina de la CIA americana y este fenómeno biológico.
Esencialmente, el New York Times ha revelado
en este articulo publicado en ““France-Irak-Actualité”
(en francés traducido al español por ‘conacentomarroqui’), que Arabia saudita
ha financiado a la altura de “miles de millones de dólares” la guerra secreta
de la CIA en Siria. Otros contribuyentes estatales a esta campaña de la Agencia
son citado por el rotativo americano. Se trata de Turquía, Jordania y Qatar. No
obstante, a pesar de que el importe exacto de las contribuciones de cada estado
implicado en estas operaciones no ha sido revelado, el Times nos informa que
Arabia saudita ha sido, en este sentido, el principal proveedor de fondos. Según
el diario, “los altos responsables estadounidenses no han revelado el importe
de la contribución saudita que, constituye,
de lejos, la principal financiación extranjera de este programa de proporción de
armas a los “rebeldes” que “combaten” a las fuerzas del presidente Bachar Al
Assad.
No obstante,, estimaciones
indican que el costo global de los esfuerzos de financiación y entrenamiento
(de rebeldes) alcanzan miles de millones de dólares.
El Times confirma de esta forma
las informaciones del Washington Post, que Máxime Chaix había analizado pocas
semanas antes de los atentados del 13 de Noviembre. En efecto, en junio del
2015, este diario reveló que la CIA había “llevado a cabo desde el 2013 contra
el régimen El Assad ‘una de las mayores operaciones clandestinas’ cuya financiación
anual alcanzaba 1000 millones de dólares que según el rotativo, esta intervención
secreta (…) se enmarcaba en un “el màs amplio esfuerzo de miles de millones de dólares
que implican a Arabia saudita, Qatar y Turquía”. Es decir: los 3 Estados notoriamente
conocidos en apoyar las fracciones extremistas en Siria”.
Gracias al New York Times,
sabemos ahora que Arabia saudita ha sido, “de lejos” el principal apoyo estatal
de esta guerra secreta –especialmente a través de la compra masiva y el
suministro, por los servicios especiales saudíes (GID) de misiles anti-carro TW
de marca Raytheon a grupos afiliados a Al Qaida, entre ellos el Ejército de la
Conquista.
Según el Times asimismo, el
jefe de la estación de la CIA juega un papel diplomático màs importante que el
embajador de Estados Unidos en Riad. De esta manera el GID y la CIA “la alianza
es solida, ya que se refuerza por un enlace entre los maestros-espías.
Estas informaciones del New
York Times refuerzan la noción de “estado profundo supranacional” que une a los
altos responsables de los ser vicios especiales de Estados Unidos y de Arabia
saudita, lo que explica Peter Dale Scottt en su ultimo libro. De esta forma,
este autor demuestra que las relaciones entre los dos países constituyen una
verdadera “caja negra”.
(Continuara)
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