Este mediodía dábamos cuenta aquí en “conacentomarroqui”
de la decisión , ayer, de Estados Unidos de suspender todas las importaciones
de los agrios marroquíes después de la intercepción de una carga de clementinas
infestada de de ceratites o mosca mediterránea de frutas.
El organismo responsable ONSSA se niega a dar
màs detalles o precisiones al respecto pero habla “de una urgente reunión para
tomar las medidas que se imponen”.
¿Medidas que se imponen? La primera debería ser
revelar la identidad de estos infractores que desprecian la imagen del país y
de su economía vital: las exportaciones y un destino predilecto: Estados Unidos,
después del portazo europeo.
Recordamos también que desde 1991, Marruecos
se conforma al protocolo de tratamiento por el frio de los agrios exigido por
las autoridades americanas.
Así que ¿Quién nos va a decir lo que ha pasado
y sus responsabilidades? Porque la imagen de Marruecos y su sello de calidad
(label) del que tanto se habla, pero, al parecer no interesa a muchos, no incumbe
exclusivamente al gobierno y sus organismos subordinados o no. Al decir el país
lo que se desea decir realmente es el paisanaje. O sea: los marroquíes, en
nombre de los cuales ni la ONSSA ni ningún ministerio puede buscar y encontrar
pretextos para tan grave acto.
Evidentemente en un ano electoral se cierran
los ojos sobre muchas cosas, se “olvidan” muchos rigores y se permiten muchas
violaciones, pero de allí hasta atentar contra la imagen del país… ¡amigo!
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