Después de los seguros de la Mamda y
Saham muy recientemente, el titular de Agricultura desea ver otros operadores
invertir en el sector de los seguros agrícolas a fin, según él, de repartir
mejor los riesgos y cubrir màs las superficies.
En una nota dirigida ayer (viernes
22-1) a la Federación marroquí de seguros (FMSAR), el ministerio de agricultura
ha recordado que el seguro agrícola está abierto a todas las compañías,
estimando, efectivamente, que la superficie (1 millón de hectáreas) cubierta ya
por la Mamda es insuficiente, sobre todo ante las dificultades climáticas que
amenazan con convertirse en estructurales.
Recordemos que, en el marco del plan
anti-sequia, el seguro agrícola va a pagar 1 200 millones a los
agricultores.
En efecto, en Marruecos se trata de la
prioridad de las prioridades. La austera pluviometría de este año aconseja converger
las miradas y las atenciones hacia la agricultura y màs concretamente hacia los
agricultores.
De tal modo que debe acordar la
suficiente importancia para resolver debidamente los últimos escándalos que
sacuden el departamento de agricultura a fin de crear un clima de confianza
gobierno-agricultores inherente de instaurar una solidaridad única capaz de absorber
el sufrimiento a falta de la lluvia.
Las medidas anunciadas por el gobierno
tendentes a paliar las dificultades de nuestros agricultores debido al comienzo
de la sequia son, a màs de un titulo, confortantes, pero también algunos escándalos
como el de Settat o incluso de los seguros agrícolas pueden, en ausencia de la
transparencia exigida en estos casos, poner en tela de juicio estos esfuerzos.
Y es que, contrariamente a lo que estiman algunos responsables, no se trata de
una limosna, sino un deber inscrito en el orden de prioridades en el esfuerzo
de desarrollo socio-económico de Marruecos… aunque, como se dice, aquí y màs
allà n unca llueve al gusto de todos.
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