El presidente de la Cámara de
consejeros no quiso dejar pasar la ocasión sin “corregir” algunas
aproximaciones.
De este modo “el anuncio por los
parlamentarios del abandono de sus “pensiones” de jubilación es una superchería
y un insulto a la inteligencia de los marroquíes”… dijo citado por L'Economiste, “porque se trata de un
régimen obligatorio instaurado por la ley 53-99.”
Más clara el agua. Esta gente no
le basta lo que cobra a expensas de los marroquíes y se agarra a su indebida pensión.
Nosotros creemos que el
verdadero insulto a nuestra inteligencia es la misma ley 53-99 y asimismo la
tenaz y encarnizada lucha de algunos para mantenerla.
Ni los ministros ni los
parlamentarios deben ni nunca debieron beneficiarse de esta pensión, que, dicho
sea de paso, tiene parámetros, limite de edad y sobre todo…sobre todo, los años
de trabajo, además de que, a juzgar por las redes sociales y el debate nacional
(verdaderamente nacional y no en el seno de esta o aquella corporación), todo
el mundo está en contra y todos los marroquíes lo denuncian.
Ahora bien, si no se respetara
la voluntad popular que roza el consenso, nos preguntamos por qué vamos a
seguir perdiendo tiempo votando… o por lo menos a los que se agarran a lo que
no merecen o saben pertinentemente que no es su derecho.
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