Oficialmente si no es la “difícil
coyuntura económica internacional” es la sequia o el niño muerto… siempre hay motivos,
argumentos y pretextos para instar a los marroquíes a apretar mas el cinturón o
al simulacro de sindicatos a presentar más concesiones, más “comprensión” y más
“flexibilidad”.
Pretextos que van otros que
vienen. La “insoportable” factura petrolera ha sido remplazada por otros mil
pretextos, todos abstractos. Lo importante, lo esencial que los marroquíes sepan
que “ a pesar de una muy difícil coyuntura internacional” y a los “caprichos
del clima” etc. Se debe seguir soportando y sacrificándose… no todos, eso si.
No. No todos porque los hay para quienes no existen ni crisis ni difíciles coyunturas.
Lean y juzguen Ustedes
mismos:
*Después de la ministra
Charafat Afailal para la cual “dos perras” en alusión a la injustificada pensión
de jubilación de los altos funcionarios no es incompatible con sus jugosos
sueldos, en una entrevista a “Al Ayam” Dris El Azami, ministro del Presupuesto
y uno de los valores más seguros del PJD trata de defender la actual arquilla
de sueldos y salarios de la gente “de arriba”.
“Solo 120 funcionarios del
Estado (entre ellos él evidentemente) tienen un salario mensual de más de 50 000
dírhams, en su inmensa mayoría, según él, ministros, secretarios generales de
ministerios y directores generales de las administraciones públicas”.
Según el ministro pejedista
los ministros tienen un salario de 58OOO Dh “todas las indemnizaciones
incluidas” ¡no faltaba más! El jefe del Gobierno tiene, por su parte, un
salario de 70 OOO Dh más algunas indemnización es y subsidios que él, Dris El
Azami, su ministro del presupuesto no ha querido (o podido) precisar).
Ahora bien los jefes de
gabinete y los “gabinarios” en general solo Dios sabe cuánto cobran, cómo
cobran y por qué cobran.
No sigamos porque podría causa
un infarto a los que se han matado durante el 70 o el 80% de su vida y se han
encontrado jubilados con una humilde e inamovible pensión teniendo, muy a
menudo que buscar trabajos bajo otros cielos porque en su ingrato país solo hay
ojos para los actuales ministros, secretarios generales, diputados, consejeros
y sociedad anónima.
Ni izquierda ni derecha… ni
islamista ni laico… tener el salario de ministro o secretario general o
director general de una administración pública no tiene color ni ideología ni religión,
aunque todas las administraciones publicas estén en quiebra incluida la Caja de
jubilación…
¡Qué país…!
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