12’3 millones de quintales
es la cantidad de cereales colectada hasta finales del mes de agosto pasado, según
la Oficina nacional interprofesional de cereales y leguminosas (ONICL) citada
por “L’Economiste”. La casi totalidad (99’3%) constituido de trigo blando.
En lo que concierne a las
reservas de los operadores declaradas a la ONICL y los de a nivel de silos
portuarios, alcanzaron 20’6 millones de quintales a finales de agosto, de ellos
17’8 millones de quintales de trigo blando.
Señalemos que las
importaciones se elevan a solo 7 millones de quintales hasta finales de agosto
pasado, debido, especialmente, a la buena campaña agrícola.
Cifras, estimaciones y
realidades que, habida cuenta del, hasta ahora inclemente curso meteorológico de
este ano, podrían quedarse en un anhelado deseo.
En efecto, muchos indicios
apuntan hacia el compromiso de la campaña agrícola en general y cerealera en
particular. Aun hay esperanza de que se salve y los marroquíes lo están pidiendo
a quien deben: a Dios en las mezquitas y en sus oraciones prticulares.
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