Esta temporada de las
celebraciones cuando nos reunimos con nuestras familias, nos detenemos y oramos
por la paz universal.
Independientemente de su
credo o raza, se debe rezar por la paz. Reza, que el Dios de cada hombre tenga
misericordia de aquellos que terminan siendo víctimas inocentes de la locura
bélica que afecta a millones de personas alrededor del mundo.
Que el Dios de cada uno nos
enriquece con paciencia y comprensión que cada uno tenga su propio pensamiento
y debe respetar.
Pensad en los niños que no tienen
Navidad, no presentarán y no verán un año nuevo en sus vidas, víctimas de la
intolerancia que se propaga y donde intentan demostrar que un Dios, una
religión, una creencia, es lo que dice la verdad cuando la verdad es la paz
universal, basada en la racionalidad.
43 jóvenes desaparecidos en
México y el dolor de sus padres. Pensad en los 100 niños víctimas en Pakistán
que no hicieron nada y que han dejado de ser acariciados por sus padres.
Considerad a los niños de África,
con hambre, enfermedad, y sin escuelas,
para salvar a nadie.
Esto no es paz. Es la
crueldad. Crimen contra la humanidad.
Pensad en la alegría que podamos
tener con nuestros hijos, padres, nietos, mientras que muchos niños y adultos,
no tienen nada más allá de la preocupación por proteger la vergüenza causada
por la no comprensión entre los seres humanos.
Pensad… pensad y pensad que
si fuera tu hijo el que haya desaparecido o muerto que no está presente en este
nuevo año..
Oremos por la paz en esta época
navideña porque es nuestra única arma para luchar contra la irracionalidad,
utilizarlo, orar, orar y estar seguro de que a los niños de nuestro mundo. ¡
Paz! En paz!
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