Ayer, damos cuenta aquí
en “conacentomarroqui” de la gratitud
del Secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon al rey Mohamed VI y al
gobierno de Marruecos por la firma en Sjirat, del “histórico” acuerdo inter-libio.
Normal. Solo que,
desde el comienzo de este espinoso proceso de búsqueda de la paz en Libia y más
exactamente te desde la expresión de las partes en conflicto de su confianza en
Marruecos comenzó una serie de problemas, como resultado de la desenfrenada
ofensiva argelina en Europa contra los intereses positivos y económicos del
reino en este continente.
Como siempre ha sido
el caso, especialmente con el actual
titular y su equipo de Asuntos exteriores, se ha subestimado la acción argelina
hasta chocarse con a cruda realidad: en menos de 2 días: anulación por el Tribunal
europeo del Acuerdo agrícola con Marruecos y la moción a la ONU de la UE en la
que le insta a ampliar las prerrogativas de la MINURSO para abarcar los
Derechos humanos, cosa que lo intento lo que es infinitamente más influyente
(EEUU) sin conseguirlo.
Solo que entre el “éxito”
argelino en la UE y el realismo y serenidad de Marruecos de cara al organismo
mundial, los hay, como el propio SG de la ONU, Ban KI moon, que saben
pertinentemente de qué se trata la moción europea, a qué se debe, como fue
formulada y por qué lo fue.
Sin embargo, la mejor
manera de capitalizar ( rentabilizar) geopolíticamente el logro marroquí en
materia de búsqueda de paz, lo que es un poco más que difícil en las actuales
circunstancias, es no perdiendo de vista las tyravesuras argelinas y de sus
domésticos polisaristas.
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