“Daesh” y la imagen del islam en Occidente Tropiezan mil veces en la misma piedra

Vert Milad un nabi fond

Algunas potencias occidentales estiman que el tiempo de “Daesh” y demás bandas terroristas han cumplido “debidamente” su misión, causando un “irreparable daño al Islam”.
¡Error!
Nadie podrá nunca causar un “daño irreparable” al Islam porque el daño detectado y valorado por Occidente de “Daesh” al Islam no puede igualarse al daño que han hecho/hacen algunos países musulmanes (la inmensa mayoría) al islam, sin embargo, allí está la excelente salud de la religión musulmana, no solo en los países presuntamente islámicos, sino, y sobre todo, en los países no musulmanes.
De hecho no sería exagerado afirmar categóricamente que ninguna religión puede resistir a tantas campañas islamófobas, tantas maniobras dilatorias y tantas conspiraciones de todo orden con incluso, complicidades internas (de países islámicos).
“Daesh” pero también la degradante actitud de la inmensa mayoría de los países musulmanes con su organización de la Conferencia islámica, Liga árabe y ¡Vaya usted a saber qué más! Unos con su complicidad, otros con su silencio conspirador, todos actuando de espaldas al Islam con su Libro Sagrado, sus Sunnan y sus preceptos y a los musulmanes.
Hasta los enemigos más encarnizados del islam (y de la humanidad) como Israel no logran comprender de dónde saca el Islam sus fuerzas y su robustez. Todos los informes al respecto indican fehacientemente una, para los detractores del Islam “enigmática” aceleración de las conversiones al islam en la mayoría de los países no musulmanes. Se trata de gente que ha visto, calculado, valorado y concluido que el Islam es una cosa, “Daesh” y sus patrocinadores, otra diametralmente opuesta.
En marruecos, por ejemplo, con su rito malikita, ejemplo y modelo de moderación y tolerancia, se debe despertar temprano si quieres encontrar un sitio en las mezquitas del reino en la oración solemne del viernes.
Y no es ninguna excepción que confirma ninguna regla a pesar del incomprensible silencio o torpeza de los ulemas, de los intelectuales musulmanes y de una mortal miopía de los responsables de la cosa religiosa.
El islam, gracias, a Dios, disfruta de una excelente salud… y así será, sin necesidad de petróleo ni de gas ni de valores morales occidentales ni de compra-ventas de principios.

Un  Hadiz contado por Anas dice: “ la invocación del oprimido es aceptada aunque este oprimido sea un incrédulo”.

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