Georges Bush en soñaba en voz alta con lo que llamaba “Gran Oriente Medio”.
Para ello ha enlatado incluso a los países del mundo entre “Ejes del bien” y
“ejes del mal”, llegando hasta a masacrar a más de 3 millones de iraquíes en
nombre de unas armas de destrucción
masiva que nunc a se encontraron porque nunca habían existido pero nunca nadie presentó sus
excusas por tan horrible crimen.
Otros… de diferente procedencia ideológica y por di versas razones buscan
un “Oriente Medio a medida o prệt a porter”. Y para ello, miles de muertos que
van rozando el millón sin que nadie les pidiera las cuentas.
Y sigue la búsqueda del oriente Medio “ideal”… para los intereses.
La historia, eso si, no absolverá a ninguno de ellos.
En este océano de crueldad y de inconsciencia surgen, de vez en cuando,
rayos de esperanza como esta “cooperación irano-saudi” anunciada por Exteriores
de Irán para, según ella “zanjar los conflictos de la región”… que no son pocos.
Puede ser la solución… no una más, sino la única. De realizarse seria el
mejor y el más adecuado marco para poner término a las guerras por procuración.
Casi 5 años de si razón en Siria y en Irak. Casi 5 años de convulsiones, lágrimas,
destrucción e impotencia.
“Ellos lo impusieron “ y ellos lo alimentan. Finalmente… en vano. En
oriente Medio hay indicios de la emergencia de una nueva conciencia
anti-superpotencias. Los que no tomen el tren ahora no lo podrán hacer en
marcha. Un oriente Medio que no va a caber ni para Estados Unidos ni para Rusia
en el que los caudales de sangre lavaran una nueva conciencia que transformaría
el odio en amor y la guerra en paz.
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