Según el último estudio de Mapfre, un
grupo de seguros español, citado hoy por "Maroc-Hebdo", los españoles eligen destinos próximos a su país,
especialmente Marruecos, Francia o Italia para sus viajes de corta duración
como, por ejemplo las vacaciones de fin de año.
Según este estudio el 27% de los
viajes de los españoles en las próximas vacaciones se efectuarán a uno de estos
tres países.
Para Marruecos, España es el segundo
mercado emisor de turistas hacia el reino, después de Francia. Los españoles pasan
aquí en Marruecos una media de 21’2% de sus noches fuera de los países de la Unión
Europea. Marruecos es, además, el primer destino fuera de Europa para los turísticas
españoles, cuyo numero de los que visitaron Marruecos ha progresado de 300%
entre el 2000 y el 2010.
Ahora bien por más atractiva que pueda
parecer esta cifra (esta progresión de turistas españoles a Marruecos) la
verdad es que està infinitamente por debajo de lo que debe ser, habida cuenta
de que la vecina Andalucía representa un mercado de más de 3 millones de
turistas, cuyo viaje a Marruecos y más concretamente a las regiones del norte puede
costar muy poco además de las afinidades culturales y lingüísticas con los
habitantes locales.
No obstante, también es verdad
Marruecos ha hecho y sigue haciendo poco…muy poco para, no adjudicarse este
mercado, sino para merecerlo. Tanto la información en español como la promoción
de los encantos del reino datan de hace
lustros y que no reflejan ninguna ambición de los profesionales del sector turístico
en Marruecos.
Bastaria poner el acento sobre la
ausencia de un estudio de los gustos y de las preferencias de los españoles como
por ejemplo los puntos de atracción histórica común o la promoción de los mil
lugares y escenas de un legado común cuando no de una historia común que atraería
particularmente la atención del turista español, pero con
la debida información en español.
Los turistas españoles que visitan
Marruecos, encontrándose con el francés hasta en la sopa la próxima vez prefieren
ir directamente a Francia donde el francés es mejor y más auténtico que el de
Marruecos.
Por otra parte las casi inexistentes ofertas
turísticas como en todo el mundo no contribuyen al desarrollo de un sector que podría,
con el mínimo esfuerzo de los responsables del sector, solucionar gran parte de
los problemas económicos del país.
A titulo de ejemplo el éxito turístico
de Turquía no estriba en sus sitios históricos ni sus encantos naturales ni en
lo exótico de su mezcla asiático-europea, sino en los precios de sus hoteles y
de la vida en general en el país.
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