El Embajador de Marruecos en
Francia, Chakib Ben, Moussa y su esposa fueron agredidos ayer (miércoles 23-12)
en Paris por delincuentes. Los asaltantes, según “le360” se llevaron el bolso
de la esposa del embajador.
El Embajador de un país amigo
y aliado ¿debe temer por su seguridad y la de su familia en pleno centro de
Paris? La pregunta, como la plantea “le360” es legitima habida cuenta de la desventura
que vivió ayer el embajador de Marruecos en la capital francesa.
Se trata de una agresión, más
bien curiosa, tanto más que parís, según lo que proclaman las autoridades
securitarias y otras galas a bombo y platillo es, actualmente una de las
ciudades mas seguras y escarizadas del mundo después de los atentados del 13 de
noviembre y en vísperas de navidad.
Ni siquiera se podría imaginar
las reacciones de indignación y de reprobación si el embajador de Francia fuese agredido en uno de los barrios
céntricos de Rabat.
Sea como fuere la respuesta
a esto o al resto del relato de la agresión y aunque aun se está en un estado
embrionario de la investigación, se trata de una agresión absolutamente anormal
y que, incluso podría conllevar trazas de no delincuentes. Por lo que las
autoridades galas deben esclarecer lo antes posible este grave asunto a fin de,
por un lado cumplir con las normativas diplomáticas
internacionales en la materia y para tranquilizarnos a los marroquíes de que
estar en Paris no es tan mortal.
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